Francisco Cáceres

caceresfra@gmail.com

Nació en Guatemala el 19 de Julio de 1938; tiene estudios universitarios y técnicos en ciencias jurídicas y sociales, administración empresarial, pública, finanzas, comunicación, mercadeo y publicidad. Empresario, directivo, consejero y ejecutivo en diversas entidades industriales, comerciales y de servicio a la comunidad. Por más de 28 años consecutivos ha sido columnista en este medio.

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Francisco Cáceres Barrios
caceresfra@gmail.com

Un día de estos, al abrir mi correo electrónico me encontré con un mensaje de Edson Ariel, un joven guatemalteco, que desea terminar su carrera universitaria, quien por haber leído uno de mis artículos en Diario La Hora, quería saber más de mis opiniones. Por elemental cortesía, pero con cierta curiosidad, le respondí contándole de mis actividades y a vuelta de correo me envió los comentarios que a continuación me permito transcribirles con el deseo de compartirlos con mis lectores, ya que a mi juicio, su manera de pensar refleja la misma que tiene mucha de nuestra juventud, pero que no ha tenido la oportunidad de darla a conocer.

Empieza diciendo: “Sobre mi escritorio tengo una montaña de libros donde los géneros y las épocas, desde historias de terror de Stephen King, hasta de aventura de Julio Verne. Durante toda mi vida he viajado por toda Guatemala, a cada punto del país. No puedo decir que la conozco como la palma de mi mano, pero tengo al menos una vaga idea de cómo se ve. Y lo que he visto me ha dejado dolido, a veces furioso, desde casos de corrupción de las figuras más altas de nuestra sociedad, hasta la marginación y la violencia en las comunidades. Pero lo que realmente me parte el alma, es el estado en que están nuestros niños. Pequeños de apenas unos cuantos meses en estado de desnutrición aguda, niños con cicatrices y señales de violencia doméstica”.

Y sigue diciendo: “Nuestra sociedad es una de las más golpeadas por la corrupción y la crisis económica, nuestra sociedad es injusta y nos hemos acostumbrado a eso. Es la culpa de todos, desde el policía que se hace de la vista gorda cuando mira un crimen, hasta el hombre que por la crisis de trabajo que pasa roba a un grupo de personas medianamente más adinerada que él. He conocido a gente con talento alrededor del país. Grupos de músicos locales los cuales nadie conoce y muy posiblemente queden en el olvido. Este es un país de sueños muertos, donde el que sueña tiende a despertar muy rápido y ver una dura realidad. Una realidad cruel y embustera que azota sin descanso a nuestra población más pobre”.

“Niños que no saben leer y escribir y gente que sabe leer y escribir pero que no leen. Si un país quiere desarrollarse, avanzar económicamente, modernizar sus instituciones, ampliar su economía. Cuando cada persona debería ser educada para que aprendieran a saber leer y escribir. Si una sociedad como la nuestra quiere avanzar debería estar pendiente de que toda la población pudiera llegar a conocer a la perfección su idioma materno y saber leer y escribir en español”.

Hasta aquí llega la primera parte de la entrega de Edson Ariel, con la esperanza de que les haya interesado saber que los jóvenes piensan mejor de lo que nosotros nos imaginamos, ambos queriendo tanto a nuestro país.

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