Miguel Flores Castellanos
Director de Artes y Letras
Alejadas de los focos mediáticos, hay personas que hacen cine y sus producciones tienen una escasa publicidad. Para esta disciplina del arte se requiere conocer el lenguaje cinematográfico y sus diferentes técnicas, a lo que se suma las diversas formas narrativas.
No son películas de alfombra roja, sino productos cinematográficos que surgen de la íntima necesidad de contar una historia en imágenes. Muchas veces estos silenciosos cineastas pueden quedar ocultos por la parafernalia y el mercadeo de otras producciones. Como cualquier producto cultural, el cine está a merced de las fuerzas del campo cinematográfico, que como rama del arte se transforma en un espacio de luchas. La historia de estas confrontaciones ha sido poco estudiada, pero son evidentes para muchos estudiosos. Es notoria la competencia y las luchas de poder y en especial en la búsqueda de patrocinadores (léase financiamiento) y coproductores.
Una de esas producciones no pretenciosas de reciente manufactura es Arenas del tiempo (2019), basada en una idea de Luigi Lanuza, quien es a su vez productor y actor. Erick Gálvez es el director y guionista, docente universitario que cuenta ya con varias películas realizadas. Arenas del tiempo se presentó en primicia el pasado 31 de diciembre. El hecho de que su estreno fuera en la televisión abierta resulta importante ya que estos espacios generalmente basan su programación en productos enlatados. Es evidente que si se presenta una buena producción se abren de vez en cuando a la cinematografía nacional.
Una historia de amor entre un mecánico y una empleada bancaria son ejes que se entrelazan, ante el inexorable tiempo y destino. Esta película corta –15 minutos– muestra de forma excepcional el Centro Histórico y en especial el parque Colón y calles aledañas, gracias a amplias tomas aéreas con una coloración que tiende al sepia y una gama de naranjas, que potencian la brillantez de los tonos azules. Esto es el resultado de la amalgama de una excelente dirección fotográfica de Mariano Salazar y al camarógrafo Juan Diego Bran, quien también maneja en dron. Las imágenes aportan a que la historia sea atractiva, a tal punto que se recibe una nueva percepción de los espacios de la zona uno.
La película se ha esmerado en los elementos estéticos, pues tiene una dirección de arte sobresaliente, mesurada y adecuada a la historia. Su responsable Gabriela Nájera ha guardado los valores identitarios de lugares comunes de la zona uno. La selección de los actores es acertada y ponen en relieve nuevos nombres a seguirles la pista. A nivel actoral este corto filme recae en Nelson Ortiz, un hombre que bien podría aumentar la escasa lista de galanes entre el gremio de actores de cine. Su actuación diluye los estereotipos étnicos que regularmente proyecta el cine nacional. Es notoria una preparación para conseguir una proyección que traspasa la pantalla, se percibe un personaje genuino.
Lo mismo sucede con Wendolin Aceituno, una actriz que rompe los estereotipos y que logra proyectar valores humanos trascendentes de la mujer guatemalteca moderna. La dirección de Erik Gálvez resulta acertada, incluso en pequeños detalles como llamar la atención al protagonista para que use los cubiertos, la selección de locaciones y la dirección de todos los aspectos de la producción, la cual se percibe armónica.
Un apartado especial merece la música utilizada que, bajo la responsabilidad de Isaac Hernández Campos, es un elemento esencial que hace funcionar al guion. Es el hilo semántico de toda la historia. De igual forma el libreto, que sale de lo que todos creen que es un guion cinematográfico, hay que ver la película para comprender estas líneas.
Tanto Lanuza como Gálvez parecen orientarse a un tipo de producción con escasos personajes y una impecable manufactura. No tener grandes elencos y sí una cuidada producción en todos sus aspectos. Arenas del tiempo, bien podría ser el germen de un tipo de producción cinematográfica acorde a la realidad financiera y cultural del país, algo que hizo el cine español en los años ochenta y noventa. Ahora es momento para este director y guionista asumir retos más complejos, tiene un excelente equipo tras de sí.
Vale la pena ver esta corta película. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=EM_YCQ5T2a0&t=13s