El príncipe Enrique, su esposa Meghan Markle (izq) y su abuela, la reina Isabel II, en el Palacio de Buckingham. FOTO LA HORA: JOHN STILLWELL/POOL PHOTO VIA AP.

Por FRANK AUGSTEIN y DANICA KIRKA
SANDRINGHAM, Inglaterra
Agencia (AP)

La reina Isabel II accedió a concederles al príncipe Enrique y su esposa Meghan su deseo de una vida más independiente, permitiéndoles mudarse parcialmente a Canadá mientras se mantienen firmes en la Casa de Windsor.

La monarca británica dijo en un comunicado que la reunión de miembros senior de la realeza fue «constructiva», y que se «acordó que habrá un periodo de transición» en el cual el duque y la duquesa de Sussex pasarán tiempo en Canadá y el Reino Unido».

«Mi familia y yo apoyamos completamente el deseo de Enrique y Meghan de crear una nueva vida como una familia joven», dijo la reina en su misiva. «Aunque hubiésemos preferido que permanecieran como miembros trabajadores a tiempo completo de la Familia Real, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia mientras siguen siendo una parte preciada de mi familia».

La reunión se realizó tras días de intensa cobertura mediática en los que simpatizantes de ambos lados de la familia real usaron a la prensa británica para pintar retratos conflictivos de culpa en el caso.

El Palacio de Buckingham dijo que «una variedad de posibilidades» iban a discutirse, pero la reina estaba resuelta a resolver la situación en cuestión de «días, no semanas». El Palacio de Buckingham afirmó, sin embargo, que «cualquier decisión tomará tiempo para ser implementada».

Una de las interrogantes más tirantes que debe resolverse es precisamente qué significa para un miembro de la familia real ser independiente financieramente y qué actividades puede hacer para ganar dinero. Otros miembros de la realeza que se han aventurado en el mundo del comercio lo han encontrado complicado.

El príncipe Andrés, por ejemplo, ha sido cuestionado por su relación con el fallecido empresario sentenciado por delitos sexuales Jeffrey Epstein. Andrés, el segundo hijo de la reina, ha renunciado a sus deberes y patronazgos reales tras ser acusado por una mujer que afirma que fue víctima de tráfico sexual de Epstein y tuvo relaciones con el príncipe.

El duque y la duquesa de Sussex también enfrentan dudas sobre el pago de una seguridad financiada por los contribuyentes. La ministra del interior Priti Patel rechazó hacer comentarios, pero dijo que la seguridad es una prioridad.

Más temprano el lunes, hubo señas de que la Casa de Windsor se había unido. Los príncipes Guillermo y Enrique emitieron un comunicado conjunto en el que fustigaron a un periódico por describir un deterioro severo de su relación, calificando la historia como ofensiva y potencialmente dañina mientras se embarcan en conversaciones sobre el futuro de la monarquía británica.

Aunque no mencionaron al diario por su nombre, el Times of London tuvo una historia en primera página sobre la crisis en la que una fuente alegó que Enrique y Meghan habían sido apartados por la «actitud intimidatoria» de Guillermo. Los príncipes insistieron en que la historia era «falsa».

«Para unos hermanos profundamente preocupados por asuntos relacionados con la salud mental, el uso de lenguaje provocador de esta manera es ofensivo y potencialmente dañino», dice la misiva.

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