Ramazzini muy derecha para la izquierda y muy izquierda para la derecha

Por Margarita Girón
jgiron@lahora.com.gt

Álvaro Leonel Ramazzini Imeri hasta hace unos días obispo de la Diócesis de Huehuetenango, fue nombrado recientemente como Cardenal por el Papa Francisco, también fue obispo de la Diócesis de San Marcos y aunque dentro de su trayectoria ha destacado tanto por su postura a favor de la población desarraigada del país, la población migrante, así como por salir en defensa de la protección del ambiente, también ha sido cuestionada su posición al respaldar a personajes que representan intereses de la izquierda o derecha del país.

Por ejemplo, en el proceso penal contra el exministro de Gobernación Carlos Vielmann, implicado en el Caso Ejecuciones Extrajudiciales y Tortura, Ramazzini mostró su respaldo, manifestando que creía en la inocencia de Vielmann, postura que fue criticada por los sectores de ideología izquierdista en el país, quienes desaprobaron la defensa del exfuncionario por parte del Cardenal, quien conoció a Vielmann cuando se desempeñaba como ministro de Gobernación entre 2004 y 2007.

Sin embargo, Ramazzini también ha sido criticado por la derecha por su posición como mediador en conflictos comunitarios relacionados con la minería e hidroeléctricas, así como su relación con el líder comunitario Rigoberto Juárez, quien, además, ha sido coordinador del gobierno plurinacional Qajobal, akateco, popti y mestizo de la región.

¿QUÉ DICE EL CARDENAL RAMAZZINI?

Diario La Hora, consultó al Cardenal sobre estos cuestionamientos que lo colocan como muy derecha para la izquierda y muy izquierda para la derecha y a decir de Ramazzini quienes le cuestionan no siguen la línea de sus pronunciamientos y solo toman parte de las declaraciones que en determinado momento emite o algunas afirmaciones que escuchan parcialmente, provocando que no se tenga un conocimiento integral sobre su postura ante las distintas situaciones que afectan al país.

“Yo siempre recuerdo que el Cardenal -Rodolfo- Quezada siempre me decía, que si después de los 40 años, no tenía personas que estén a favor y en contra, es señal de que no habría hecho nada en la vida”, puntualizó el Cardenal.

Para Ramazzini, las posiciones que tome siempre tendrán opiniones a favor o en contra, sobre todo en un país polarizado y dividido, y siempre habrá personas que compartan su punto de vista y otros que no. Asimismo, agregó que al final todos tienen prejuicios y esos prejuicios son el resultado de la falta de relación.

“Por eso yo dije durante mi primera homilía como Cardenal que a mí me gustaría hablar cara a cara con las personas que me critican de un modo o de otro para que podamos conocernos y hablar con propiedad y objetividad”, destacó Ramazzini.

YO DEFIENDO LA VERDAD

Sobre su posición respecto a la defensa de Vielmann y su respaldo a Juárez, el Cardenal dijo que en ambos casos él trató de defender la verdad de las acciones de las personas, según lo que a él le constaba de primera mano.

“Lo que dije tanto a favor de Rigoberto Juárez, como a favor de Carlos Vielmann no fueron suposiciones, sino afirmaciones hechas con base al conocimiento de la verdad que yo tenía y por eso puede parecer extraño que por un lado yo defienda a un líder social que es calificado de la forma que lo hacen con Rigoberto o que yo defienda a un exministro de Gobernación a quien le achacan también ciertas cosas”, enfatizó el Cardenal.

“Yo siempre recuerdo que el Cardenal -Rodolfo- Quezada siempre me decía, que si después de los 40 años, no tenía personas que estén a favor y en contra, es señal de que no habría hecho nada en la vida”.

RAMAZZINI: MI MOTIVACIÓN ES CUMPLIR CON EL MANDATO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Dentro de la trayectoria del Cardenal, destaca su posición en favor de la población migrante y desarraigada del país, labor que, según Ramazzini, obedece al mandato de Jesús, razón que inspira su vida como cristiano, como Obispo y ahora como Cardenal, ya que no puede permanecer indiferente ante lo que viven muchas personas.

“El señor Jesús nos hará un juicio sobre nuestras acciones, si acogimos a los migrantes, si le dimos de comer a los hambrientos, de beber a los sedientos, enfermos, presos. Para mí, en un preso aunque sea el delincuente más temible a quien se le atribuyan las acciones más perversas, Jesucristo dice: Yo estoy presente, y se resume en lo que dice el evangelio, amar a Dios y amar al prójimo como a sí mismo y por eso es que yo me involucro en todo esto”, manifestó Ramazzini.

El Cardenal también hizo referencia a la frase atribuida al obispo brasileño Helder Cámara quien señalaba, “cuando yo reparto comida a los hambrientos, todos me felicitan, pero cuando yo cuestiono por qué las personas hambrientas no tienen comida, entonces me dicen que soy comunista”, palabras que, a decir del Cardenal, le han iluminado porque no se trata solo de ser caritativo, sino de velar porque el problema de precariedad de una persona sea resuelto.

EN EL PAÍS SE HA PERDIDO LA CAPACIDAD DE COMUNICARSE

Ramazzini también explicó cómo es que el diálogo puede convertirse en un mecanismo para que el país pueda salir adelante, para el Cardenal, en Guatemala se ha perdido la capacidad de comunicarse y escucharse unos con otros, así como entender las razones y motivaciones de las acciones de los demás, para crear consensos en lo mínimo y elemental.

“Hemos perdido esa capacidad, el país está muy polarizado en sus clases sociales; ricos, pobres, clase media, indígenas, ladinos, profesionales, campesinos, empresarios. Necesitamos sentir y buscar bienestar para todos y todos los guatemaltecos para que juntos enfrentemos los problemas que no nos dejan vivir a plenitud nuestra dignidad de seres humanos y que no nos deja acceder a todo aquello que yo como ser humano merezco y que está en todos los acuerdos económicos, políticos, sociales y culturales que fueron firmados por Guatemala y que es lo que Dios quiere”, puntualizó Ramazzini.

“MI NATURALEZA ES SER OPTIMISTA”

El Cardenal dijo que le gusta pensar en el futuro de Guatemala de manera optimista, pues cree en el ser humano y las potencialidades que tienen los seres humanos, así como en la capacidad de lucha y resistencia de los guatemaltecos.

“Por eso pongo las esperanzas en las generaciones jóvenes sin excluir a los adultos, pero la gente joven con su energía y su idealismo son una especie de reserva natural y espiritual para este país. Yo pongo mucho mi optimismo y como dice el dicho, “No hay enfermedad que dure cien años ni enfermo que la aguante, y yo sé que los grandes resultados vendrán”, manifestó Ramazzini.

RAMAZZINI: ES NECESARIO CAMBIAR EL MODELO ECONÓMICO EN GUATEMALA

Ramazzini menciona que, para que los cambios en el país empiecen a darse, es necesario hacer ajustes al sistema, partiendo de un cambio en el modelo económico, implementando una economía social de mercado, además de reformas profundas al sistema de administración de la justicia y a la aplicación de las leyes, así como la implementación de otras en favor de todos los sectores vulnerables, sin dejar de lado el problema de la desnutrición crónica infantil que afecta el país.

“Todavía hay leyes pendientes de ser decretadas, ni siquiera tenemos una ley de desarrollo rural integral siendo un país con mayoría de población rural, ni una ley que regule el uso de los bienes naturales porque la que tenemos necesita reformas, no solo el agua, sino metales preciosos”, dijo el Cardenal.

Finalmente, el Cardenal señaló que ojalá los cristianos; que son la mayoría en el país, (católicos y no católicos) sean coherentes respecto a las escrituras.

“Ojalá de verdad todos los que nos consideramos cristianos en este país seamos coherentes con nuestra fe, siguiendo el mensaje que una vez dijera San Juan Pablo II, en el que pedía que no haya más divorcio entre la fe y las obras, y eso es lo que yo esperaría de Guatemala”, enfatizó el Cardenal.

Ramazzini se convirtió en el tercer Cardenal nombrado en la Historia de Guatemala, después que lo anunciara el Papa Francisco el 5 de octubre durante la celebración de un consistorio para la creación de trece nuevos cardenales, de los que diez podrán ser electores en un posible cónclave.

“Por eso yo dije durante mi primera homilía como Cardenal que a mí me gustaría hablar cara a cara con las personas que me critican de un modo o de otro para que podamos conocernos y hablar con propiedad y objetividad”.

Cardenal Álvaro Leonel Ramazzini