Por Margarita Girón
jgiron@lahora.com.gt
Ante la falta de oportunidades laborales, muchos guatemaltecos han encontrado en la aplicación Uber una opción para salir adelante, generando ingresos que ha sido una fuente de ingresos para continuar sus estudios, tener horarios flexibles incluso ser el sostenimiento de un hogar como es el caso de Pablo Morales un estudiante universitario, Alejandro un guatemalteco deportado en este año y Rudy González un padre de familia que después de trabajar tres décadas para una empresa de seguridad privada consiguió su reinserción laboral a través de la aplicación.
SOBRE UBER
La aplicación de transporte privado, fue fundada en San Francisco EE. UU., en 2010 y actualmente funciona en 700 ciudades, en 63 países y en seis continentes. Uber llegó a Guatemala en 2016 y durante el primer año alcanzó más de 145 mil usuarios y más de 3 mil conductores que quisieron emprender y generar ingresos mejorando sus oportunidades económicas.
Según datos de Uber, para junio de 2018, Guatemala ya tenía 5 mil 800 socios conductores y 246 mil usuarios reportados, cifra que ha ido en ascenso ante las facilidades que otorga la aplicación, tanto para usuarios, como para quienes buscan un medio para obtener ingresos.
UNA OPCIÓN PARA CONTINUAR CON SUS ESTUDIOS
Pablo Morales, un estudiante universitario de 24 años, quien cursa el último año de la carrera de Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala, relató para La Hora Voz del Migrante que decidió unirse a la aplicación luego de ser despedido por solicitar permisos para realizar su examen privado de la carrera técnica que estudiaba en 2017.
El estudiante manifestó que solo así pudo continuar con su proceso de formación académica sin dejar de percibir ingresos económicos pues no debía cumplir un horario laboral todos los días.
“Cuando inició la plataforma, vi que era una oportunidad interesante y justo me despidieron de mi antiguo trabajo, tuve la opción de comprar un carro que fuese aceptado por Uber, decidí inscribirme porque no tenía trabajo y además no podía buscar uno que fuese tan demandante porque estaba en proceso de hacer mi examen privado de la universidad y necesitaba bastante tiempo”, describió Morales.
A decir del entrevistado, la plataforma le ayudó para poder fraccionar el tiempo que dedicaba al trabajo y a sus estudios. Morales también destacó que durante el tiempo que fue conductor de la aplicación, fue algo rentable y añadió que al inicio no había tantos pilotos, a diferencia de lo que se ve ahora con personas que han formado flotillas de vehículos.
“Los pilotos individuales que somos dueños de los vehículos éramos privilegiados al inicio, al menos a mí me alcanzaba para sufragar mis gastos mensuales y un poco más” resaltó Morales.
De acuerdo con el universitario, por casi un año Uber se convirtió en un trabajo demandante en el que iniciaba su jornada a las tres de la mañana y aunque tenía espacios para descansar, también conducía por la tarde y noche pues son los horarios de mayor demanda, laborando hasta por doce horas al día.
Además, agregó que, aunque nunca fue víctima de algún incidente por parte de ningún usuario, en varias ocasiones intentaron asaltarlo desde motocicletas en la vía pública; “como pasa con cualquier piloto que circula por la Ciudad” y añadió que le causaba un poco de temor ingresar a zonas consideradas como peligrosas en la Capital, pero era parte del trabajo.
Ahora, aunque Pablo ha dejado de ser socio conductor y encontró una oportunidad laboral estable; no descarta que en algún momento pueda conseguir fondos extra si fuese necesario siendo piloto de Uber nuevamente, aunque espera que eso no ocurra.
“Volvería a trabajar como piloto, pero sería una de mis últimas opciones, espero no tener que hacerlo y no porque sea malo, sino porque confío en que pueda seguir con un empleo estable en el futuro”, enfatizó.
DESPUÉS DE LOS 40 YA NO SOMOS COMPETITIVOS EN LAS EMPRESAS
Rudy González, quien lleva casi dos años siendo conductor de Uber, indicó que las razones que le llevaron a sumarse a la aplicación, fueron principalmente la necesidad de percibir ingresos y tener tiempo disponible para realizar otros proyectos personales.
“Otro aspecto que me llevó a ser piloto de Uber, fue la dificultad de encontrar un trabajo, cuando uno ya pasa de cierta edad, sobre todo después de los 40 dejamos de ser competitivos para las empresas, yo tengo 55 años y es bien complicado para alguien de mi edad poder aplicar a un puesto en una empresa y Uber me dio la opción de poder trabajar y en el horario que yo quería”, enfatizó el entrevistado.
González relató que trabajó por 35 años para una empresa de seguridad privada y según detalló, que a lo mejor hubiese sido contratado por otra organización por su experiencia, pero es algo poco probable pues la competencia de la población en edad de trabajar los aísla de las posibilidades.
Según González cada año se gradúan miles de jóvenes que salen al campo laboral dejando de lado la experiencia pues los empresarios no desaprovechan la oportunidad de contratar jóvenes con menos demandas laborales.
“Los empresarios prefieren contratar a alguien y pagar el sueldo mínimo que optar por alguien con experiencia, pero con un presupuesto mayor que el de un joven que no tiene cargas familiares. Es una competencia por empleo bastante fuerte la que vivimos en Guatemala”, dijo González.
Aunque los ingresos varían dependiendo de las jornadas que cada conductor decida trabajar, don Rudy dijo que “le alcanza”, para pagar algunas cuentas, pues afortunadamente sus hijos ya son independientes económicamente y sus cargas económicas no son tan altas.
“Si mis hijos estuvieran pequeños, sería muy difícil poder cubrir los gastos a menos que trabaje por más tiempo”, enfatizó el entrevistado.
También destacó que existe una diferencia entre los pilotos que son propietarios de los vehículos y quienes trabajan para alguien más, pues ellos sí deben cubrir una cuota diaria, la cual reduce considerablemente las ganancias para los pilotos, pero a decir González, esto es consecuencia del desempleo, pues, aunque no tengan vehículo propio, las personas buscan la forma de trabajar para Uber, aunque sea para alguien más.
“Si yo tuviera que pagar una cuota diaria o semanal, posiblemente ya me hubiera retirado de Uber porque sería un horario demasiado extenso y muy cargado”, puntualizó.
Don Rudy manifestó que continuará como piloto de Uber hasta que le sea posible, además indicó que, si en algún momento surge una oportunidad laboral formal, no dejaría de trabajar para la aplicación, aunque ya no a tiempo completo, pues según el entrevistado, no deja ser un ingreso extra para alguien que trabaje.
De acuerdo con las experiencias vividas, don Rudy indicó que Uber es una opción para cualquiera que quiera tomarlo como un trabajo o para quienes tienen empleos formales y buscan ingresos extras, sin importar la condición económica ni nivel académico que tengan.
Además, el conductor destacó que a través de la aplicación ha logrado conocer personas con quienes ha podido entablar conversaciones que van desde la cotidianidad de un día laboral, hasta relatos de pasajeros que confían y en él sus problemas y le comparten historias de vida de las cuales ha aprendido y despertar un lado humano que no conocía.
“Poder compartir con la gente es algo bonito, muchos lo ven solo como la oportunidad de hacer dinero, pero yo lo veo como una oportunidad de conocer personas y compartir experiencias y es algo bueno para uno, pero también para los usuarios, más allá de una calificación, es generar empatía entre guatemaltecos”, destacó González.
TAMBIÉN DEPORTADOS HAN ENCONTRADO UNA OPORTUNIDAD CON UBER
Durante un viaje en el perímetro de la Ciudad Capital, La Hora Voz del Migrante conoció la historia de Alejandro, un guatemalteco deportado que volvió al país a principios del 2019 y que recién se incorporaba a la plataforma de Uber.
Mientras conducía, por el Anillo Periférico, Alejandro relató que vivió varios años en Estados Unidos trabajando en el área de la construcción en Massachusetts, pero fue deportado y encontrar trabajo se había convertido en un reto, pues además de carecer de experiencia laboral en Guatemala, no contaba con certificaciones que acreditaran su conocimiento para poder optar a un empleo formal en el país.
Para el conductor, trabajar en un vehículo que no es suyo es una responsabilidad grande, pero también una oportunidad laboral que le ha permitido ser el sostén para su familia, pues al ser deportado el ingreso de las remesas que antes enviaba no era igual al que podía ganar en Guatemala.
Tanto hombres como mujeres, han encontrado en la plataforma una opción de empleo en el país pues cada día son más personas las que optan por este tipo de transporte, debido a factores como inseguridad, tiempo y comodidad, pues optan por dejar el transporte público y deciden usar medios alternativos de transporte para movilizarse, mientras los conductores siguen percibiendo ingresos económicos.
Según el Censo de Población y Vivienda 2018, de la población que reside en el Departamento de Guatemala y se encuentra en condición de realizar alguna actividad económica, 32 mil 105 personas se encuentran en condición “desocupada cesante”, mientras que 12 mil 925 fueron considerados como “desocupados cesantes”, a este dato, se agregan 65 mil 136 jubilados y 219 mil 581 se dedican únicamente a estudiar.
Al no requerir mayores requisitos que ser mayor de 21 años, carencia de antecedentes policiales, poder emitir facturas electrónicas, DPI en buen estado, licencia de manejo tipo A, B o C, Uber resulta atractivo para quienes se encuentran sin un empleo formal en el país.
Actualmente, Uber cubre el área metropolitana de la ciudad de Guatemala incluyendo ciudades cercanas, como Antigua Guatemala y recientemente en Quetzaltenango. Además, Uber Esta, ha incursionado en el mercado guatemalteco ofreciendo un servicio de entrega de comida a través de pilotos de motocicleta, que también ha abierto posibilidades a restaurantes y emprendimientos que no cuentan con el reparto a domicilio.
Aunque en Guatemala el uso de Uber se ha vuelto más frecuente, en cifras a nivel mundial, la aplicación ha sufrido baja en los ingresos que percibe, pues según la Agencia de noticias The Associated Press (AP), Uber, reportó pérdidas de US$ 5.24 mil millones en el segundo trimestre del 2019, siendo la mayor baja en su historia, pese a que la misma, ha ampliado sus ofertas comerciales para incluir la entrega de alimentos y otras formas de transporte en los países en donde funciona el servicio.