Personas se refugian durante un tiroteo en Culiacán, México. FOTO LA HORA/AP

POR ANDRÉS VILLARREAL Y MARÍA VERZA /AP
CULIACÁN, México

Por horas, Culiacán, capital del estado mexicano de Sinaloa, fue escenario de intensos tiroteos y bloqueos viales tras la localización de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de “El Chapo”, quien está preso en Estados Unidos cumpliendo una condena a cadena perpetua.

Las autoridades no han aclarado cómo sucedieron las cosas. Por el contrario, ha habido versiones encontradas. Ayer Alfonso Durazo, secretario federal de Seguridad, dijo que 30 elementos de la Guardia Nacional y del ejército fueron agredidos desde una vivienda cuando realizaban un patrullaje, que los militares repelieron la agresión y tomaron control del domicilio y que fue entonces cuando localizaron en su interior a cuatro personas, una de ellas Ovidio Guzmán.

Luego dijo que grupos de delincuencia organizada rodearon el lugar “con una fuerza mayor” que la de los militares y sembraron el pánico en diversos puntos de la ciudad, por lo que el gobierno federal optó por detener el operativo. Sin embargo, no dejó claro si lo arrestaron y luego fue liberado por la intensidad de los enfrentamientos o si simplemente huyó. El viernes, el presidente dijo que sí se trató de un operativo para ejecutar una orden de aprehensión.

VERSIONES ENCONTRADAS ¿QUÉ DICE EL GOBIERNO?

El Presidente mexicano defendió la decisión de las fuerzas de seguridad de retroceder en un intento de capturar a uno de los hijos del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, luego de que pistoleros del cártel desataran tiroteos con armas de grueso calibre e incendiaran autos en la capital del estado norteño de Sinaloa.
“No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas”, dijo hoy en rueda de prensa Andrés Manuel López Obrador, quien ha comenzado a ser criticado por lo que algunos consideran que lo ocurrido demostró, por lo menos, una falta de planeación.

“El propio gobierno generó esa disyuntiva. Por lanzar un operativo mal planeado y peor ejecutado, se volvieron vulnerables al chantaje. No hay nada admirable en la decisión tomada”, tuiteó hoy el reconocido analista mexicano, Alejandro Hope, tras la conferencia matutina del Presidente.

MUERTOS Y HERIDOS EN JORNADA DE TERROR

Los incidentes de ayer causaron 21 heridos por arma de fuego y un número indeterminado de fallecidos, entre los que no habría militares o efectivos de la Guardia Nacional, explicó el secretario estatal de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda, en un balance preliminar casi a medianoche. Además, 27 presos se fugaron del penal, agregó.

Las autoridades mexicanas dicen que ocho personas murieron en enfrentamientos en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, en lo que se ha descrito como una operación fallida para capturar al hijo del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán.

Agentes federales de seguridad dijeron en conferencia de prensa que murieron un civil, un efectivo de la Guardia Nacional, un preso y cinco agresores.

Un hombre toma un cartucho de bala, en una calle ensangrentada, junto a un camión con una rueda pinchada y cubierto de balas después de un tiroteo en Culiacán, México.
FOTO LA HORA/AUGUSTO ZURITA/AP

¿A QUIÉN BUSCABAN CAPTURAR?

José Luis González Meza, uno de los abogados de la familia de El Chapo, declaró a The Associated Press ayer que familiares de Guzmán le indicaron que “Ovidio está vivo y está libre”, aunque dijo no tener información más detallada de lo sucedido durante la tarde.

Guzmán López no es uno de los hijos más conocidos de El Chapo, el líder del cártel de Sinaloa que en julio fue condenado en Estados Unidos a cadena perpetua por narcotráfico, pero las autoridades estadounidenses lo buscan por cargos de distribución de cocaína, metanfetaminas y marihuana de México a ese país desde 2008 a 2018 junto a su hermano Joaquín Guzmán López.

Hombres armados no identificados bloquean una calle en Culiacán, México.
FOTO LA HORA/AUGUSTO ZURITA/AP

CIUDADANOS DOCUMENTARON EL CAOS

Las balaceras en diversos puntos de Culiacán comenzaron tras las acciones de las fuerzas federales. En las redes sociales se difundieron vídeos en los que se veían camionetas con civiles armados y ametralladoras de gran calibre, vehículos quemados en algunas vías y en casetas de peaje en las afueras, una práctica que los grupos del crimen organizado suelen utilizar para impedir la movilidad de las autoridades.

En poco tiempo, la ciudad se paralizó: era imposible circular por las calles del centro y en un amplio perímetro alrededor de la Fiscalía General. Los disparos se escuchaban en los cuatro puntos cardinales mientras la policía cerraba las vías donde se reportaban tiroteos. Varias compañías aéreas, como Volaris y Viva Aerobus, cancelaron muchos de sus vuelos.

“Nada funciona”, dijo a la AP por teléfono Ricardo González, un trabajador del Congreso estatal que se encerró en su casa después de recoger a su hijo de 15 años en la escuela. “Hay psicosis, nadie sabe qué está pasando, pero todos tenemos miedo y ya nos han dicho que mañana no nos presentemos en el trabajo”.

El gobernador, Quirino Ordaz, confirmó en declaraciones a Milenio Televisión que se suspendieron las clases pero dijo que los negocios sí funcionarían.

González, sin embargo, lo dudaba.

“No hay transporte público, no hay taxis, la gente de fuera de la ciudad se ha quedado aquí bloqueada y mañana todo será igual”, agregó tras asegurar que no recordaba una situación similar desde hace casi una década, cuando el Cártel de Sinaloa vivió una guerra interna.

El humo de los autos incendiados se observaba en las calles de Culiacán, México.
FOTO LA HORA/ HECTOR PARRA/AP

LA CAPTURA DE “EL CHAPO” NO DETUVO LA VIOLENCIA

Con la tercera y última detención de El Chapo en 2016 se desató una lucha por el control del grupo que fue desactivada con el encarcelamiento de Dámaso López Núñez y su hijo, Dámaso López Serrano. El primero fue capturado por México y el segundo se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses.

Los expertos coinciden en que las riendas del cártel, que sigue operando a pesar del encarcelamiento de su líder, están en manos de Ismael El Mayo Zambada, cofundador de la organización criminal hace tres décadas, y de dos de los hijos de El Chapo, Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán. A este último, Estados Unidos lo acusa de tráfico de drogas en Chicago y fue secuestrado por el Cártel Jalisco Nueva Generación en 2016 en lo que los expertos consideraron un intento de esta organización por entrar en Sinaloa.
El gabinete de seguridad federal tenía previsto reunirse en Culiacán hoy por la mañana para informar de sus acciones.

AMLO: «No puede valer más la captura de un delincuente que otras vidas»

POR AGENCIA EUROPA PRESS

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha respaldado hoy la decisión del ministro de Interior, Alfonso Durazo, de ordenar la liberación del hijo del que fuera líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, alias El Chapito, para evitar bajas entre las fuerzas de seguridad y los vecinos de Culiacán en el marco del tiroteo desatado.

«Tomaron decisiones que yo respaldo, avalo, porque se tornó muy difícil la situación y estaban en riesgo muchos ciudadano, muchas personas, muchos seres humanos», ha dicho López Obrador en la rueda de prensa diaria.

El mandatario mexicano ha defendido que «no puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las otra personas». «Ellos tomaron esa decisión y yo la respaldé», ha recalcado.

AMLO, como le ha bautizado la prensa local, ha rechazado que esta decisión debilite la imagen del Gobierno justo cuando intenta «pacificar» el país tras décadas de violencia armada a causa del crimen organizado.

«Nosotros no queremos muertos, no queremos la guerra, eso le cuesta trabajo entenderlo a muchos, pero la estrategia que se estaba implementando anteriormente convirtió al país en un cementerio», ha sostenido, según informa El Universal.

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