Por MARCOS ALEMÁN Associated Press
SAN SALVADOR (AP) —
Sigue la pesadilla para Evelyn Beatriz Hernández, la joven salvadoreña que fue víctima de violación y que tras haber sido acusada, procesada e inicialmente condenada a 30 años de cárcel por homicidio, fue finalmente exonerada de todos los cargos. Sin embargo, ahora corre el peligro de ser enviada a un nuevo juicio por un delito que jura no cometió.
Tras ser declarada inocente por segunda ocasión hace menos de un mes, Evelyn dijo que sentía que volvía a vivir, pero su caso sigue en el limbo porque la Fiscalía General presentó hoy un recurso de apelación al fallo absolutorio para que un tribunal superior examine “la prueba sobreabundante y unívoca acerca de la responsabilidad penal de la demandada en el homicidio de su hijo”.
“Como Fiscalía General de la Republica, somos responsables en el apoyo y acompañamiento de las mujeres víctimas en cualquier delito y en cualquiera de sus modalidades, pero, en el caso de Evelyn Hernández, no hay elementos para considerarla víctima de ningún hecho, por el contrario, la única víctima es su hijo”, se asegura en un comunicado de prensa emitido por la Fiscalía.
La abogada defensora, Elizabeth Deras, dijo a la AP que este es un recurso que efectivamente podía usar la fiscalía pero “esperábamos que cesara la persecución porque ha sido un juicio largo en el que ya tres tribunales han dicho que ella no puede ser condenada”. Deras explicó que después de notificarles sobre la apelación, el Tribunal de Sentencia deberá de remitir el caso a la Cámara de la Segunda Sección del Centro, donde los magistrados analizarán y decidirán si es admisible.
El caso de Evelyn, que vive una remota zona rural al este del país, lleva meses atrayendo la atención internacional debido a que El Salvador persigue agresivamente a las mujeres que han sufrido abortos espontáneos y urgencias obstétricas, acusándolas de asesinato.
Durante todo este tiempo, la joven de 21 años ha sostenido que ignoraba haber estado embarazada producto de una violación. Sólo recordaba que un día de 2016 salió a un retrete exterior en su comunidad con fuertes dolores abdominales. Al agacharse, dijo, el bebé debió caer al fondo del tanque séptico. Su madre argumentó que había encontrado a su hija desvanecida y que paró una camioneta descubierta para llevarla a un hospital cercano.
Ambas insistieron en que no sabían que había un bebé en el tanque, pero la fiscalía nunca les creyó. El feto tenía 32 semanas, cerca del término del embarazo, y los forenses no pudieron determinar si había fallecido en el útero o en el pozo. La causa de la muerte sigue sin estar clara.
The Associated Press sólo identifica por nombre a víctimas de supuestos abusos sexuales si éstas hacen públicas su identidad y acusaciones
Arnau Baulenas, del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Católica Centroamericana José Simeón cañas (IDHUCA), que formar parte del equipo de abogados de Evelyn, explicó a la AP que “técnicamente la Cámara debe decidir si confirma la resolución y mantener que Evelyn es una persona inocente o en eventual caso podría anular la sentencia y ordenar que otro juez haga un nuevo juicio”.
En 2017 Evelyn recibió unas de las sentencias más severas que imponen las leyes de El Salvador -que penaliza cualquier forma de aborto- pero la Corte Suprema anuló el fallo en febrero y quedó en libertad después de haber pasado 33 meses en prisión. Poco después se ordenó un nuevo juicio con otro juez en un hecho inédito en este país centroamericano y el Ministerio Público pidió 40 años de prisión.
El 19 de julio, después de casi tres años del calvario, el juez de Sentencia de Cojutepeque, José Virgilio Martínez, declaró inocente a Evelyn al considerar que se desmayó tras el parto y eso pudo evitar que auxiliara al bebé, que quedó en el fondo de una fosa séptica de su humilde vivienda.