Carlos Figueroa Ibarra
No ha transcurrido un año todavía desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia de México. En nueve meses el Presidente ha rendido un primer informe a los 100 días de su mandato, otro más a los seis meses y este tercero, el I Informe Constitucional. En realidad, López Obrador ha informado abundantemente su quehacer gubernamental. Además de los tres informes mencionados, en este momento está llegando a las 200 conferencias de prensa (conocidas coloquialmente como “las mañaneras”), además de los múltiples discursos cotidianos en plazas públicas en sus múltiples recorridos por el país. Nunca ha habido un presidente en México que tenga tanto contacto con los medios de comunicación, con la gente y que informe tanto sobre su gestión.
La Cuarta Transformación avanza en México aunque no sin dificultades. La mayor en este momento es la violencia delincuencial. Este flagelo no ha disminuido pese a los 56 mil elementos de la Guardia Nacional que ya transitan por el territorio nacional (se busca que próximamente el número ascienda a 150 mil) como lo ha mostrado a fines de agosto la masacre de 30 personas en un bar en Coatzacoalcos (Veracruz). La otra dificultad son los efectos de la disminución del crecimiento económico mundial y de la política gubernamental de fiscalizar el gasto público para combatir la corrupción. La primera ha ocasionado que las perspectivas de crecimiento económico a este año estén solamente entre 0.5-0.7% del PIB. La segunda ha ralentizado el gasto público que es necesario para la dinamización de la economía. Ha servido como argumento para las grandes compañías farmacéuticas que financian una campaña que magnifica la escasez de medicamentos en los centros de salud pública y otros lugares.
Sin embargo, el gran capital sigue confiando en las perspectivas económicas de México. Una hábil política internacional logró frenar la amenaza de Trump con respecto a gravar con nuevos aranceles las exportaciones mexicanas; el robo de combustible ha disminuido en 94% con lo que el erario contará con poco más de 2 mil 500 millones de dólares; la cancelación de la condonación de impuestos a las grandes empresas agregaría 10 mil 650 millones de dólares al presupuesto público; la fiscalización de compras ha significado un ahorro del gasto público de 7 mil 250 millones de dólares; la eliminación de pensiones a expresidentes, seguros médicos y cajas de ahorro especiales a grandes funcionarios implicó un ahorro de 550 mil dólares; se ha detenido la caída de la producción petrolera; la inversión extranjera ha llegado al nivel sin precedentes de 18 mil millones de dólares en los primeros 6 meses del año, las exportaciones crecieron 7% en relación a 2018. Se han creado 230 mil empleos permanentes en el campo y otros 300 mil más en diversos lugares, 900 mil becas de aprendices y 300 mil becas universitarias a jóvenes. El salario mínimo fue aumentado en 16% y la inflación estuvo 3.8% la más baja desde 2016.
Imposible resumir un informe de 214 cuartillas en 510 palabras. Pero con estos datos los lectores y lectoras empezarán a formarse una opinión.