David Napoleón Barrientos Girón

La ubicación geopolítica de Guatemala y por supuesto de Centroamérica, es sin duda de valor estratégico, en consecuencia, nos vemos influidos permanentemente por los Estados Unidos de América, algunas veces más discreta, suave, bajo la presión demócrata y otras más directa, drástica, bajo la presión republicana, algunas veces con interlocutores con más capacidad mediática y otras con menos capacidad de medios, etc. Como un ejemplo de tal dependencia del norte veamos el tema de la seguridad y la defensa.

Guatemala desde su “Independencia en el año 1821”, ha carecido de autonomía en su modelo de seguridad y defensa. Esto debido a que, ha estado supeditada a la política exterior de los Estados Unidos de América, bajo la sombra de la llamada “Doctrina Monroe”, anunciada por James Monroe en 1823, que concibió a Latinoamérica parte de la esfera de su dominación exclusiva, que privilegió los intereses norteamericanos, a tal punto que se acuñó la frase “América para los americanos” y se convirtió en el principio de la política exterior de Estados Unidos al celar otro tipo de intervenciones en los países del hemisferio americano; y por manifestaciones de altos funcionarios estadounidenses recientemente tal doctrina parece ser aún imperante y con impacto directo en la política exterior de Guatemala.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial se generó un cambio en el modelo de la política de defensa norteamericana, y producto de la Guerra Fría se impulsa la “Doctrina de Seguridad Nacional”, definiendo acciones de política exterior para que las fuerzas armadas de los países latinoamericanos modificaran su misión, creando estados, con una concepción de política de defensa y modelo de seguridad externa y control interno, lo que se convirtió en la piedra angular de la visión geopolítica de la región, siempre privilegiando a los intereses norteamericanos, desde el Sistema Interamericano de Defensa, que convirtió a la región centroamericana, suramericana y el Caribe, en países con políticas y modelos de defensa contrainsurgentes. Quedando Guatemala inmersa en un enfrentamiento armado interno que inició en el año de 1960, se agudizó en 1980 y finalizó en 1996.

A partir de la caída del Muro de Berlín en el año 1989 y el inicio del fin de la llamada Guerra Fría, se dio en la región centroamericana un proceso de reconfiguración de la doctrina de seguridad nacional; se iniciaron diálogos en la consecución de tratados de paz que dieran fin a los conflictos armados de Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Iniciando así un período de ausencia de enfrentamiento armado, sistemas incipientes democráticos de gobiernos que tuvieron que adoptar otra concepción de seguridad para la región, conocida como La Seguridad Democrática, y en este contexto surgen los tratados de seguridad democrática, bajo el cobijo del Consenso de Washington.

Tal aproximación a la historia independiente debe hacernos entender, que en casi 200 años estamos en las mismas condiciones y es el momento, de elaborar nuestra soberanía con visión geopolítica propia, en la que cabe considerar además de la historia, la posición geopolítica, nuestros recursos estratégicos, la realidad de la influencia norteamericana, entre otros, para perseguir el bien común.

Napoleón Barrientos

napo10211@gmail.com

Guatemalteco, originario de Alta Verapaz, forjado bajo los principios de disciplina, objetividad y amor a la patria; defensor del estado de derecho, de los principios de la democracia, con experiencia en administración pública, seguridad y liderazgo de unidades interinstitucionales.

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