Adrián Levy
Periodista
Esta red ofrecerá cobertura de banda ancha a la mitad de la población mundial y facilitará conexiones baratas a usuarios que habiten en los rincones más recónditos del planeta.
El incremento de usuarios de Internet es clave para entender la actual sociedad de la información: cientos de seres humanos conectados e interconectados en la red. El comportamiento de algunos países respecto de su ciudadanía en los últimos años es un ejemplo del avance de Internet y el miedo que éste genera en determinadas élites de poder. Decenas de países autoritarios -y otros democráticos- se han visto superados por el factor digital. Mientras que en el siglo pasado era mucho más fácil controlar los derechos de reunión y manifestación, las bondades de la sociedad digital en el nuevo milenio han dificultado la labor represiva a gobiernos de toda índole. “Al comienzo de la Primavera Árabe, el control de la información fue una prioridad clave para las autoridades”, explicaba la directora de la oficina de Oriente Medio y África del Norte de Reporteros Sin Fronteras, Soazig Dollet. “Los gobiernos trataron de censurar la cobertura de la represión lanzada por las fuerzas de seguridad contra las protestas, impidiendo el acceso a Internet y bloqueando la telefonía móvil, así como atacando a periodistas locales e internacionales”, concluía. Es decir, parece que ya no se trata de disuadir las protestas sino de prevenirlas, con limitaciones digitales impensables hace unas décadas.
Aún con estos avances, según refleja el último Informe Global sobre Tecnología de la Información, existen profundas diferencias en cuanto a la conectividad en los países, siempre con la marcada división norte-sur. Hasta tres estados asiáticos se encuentran entre los diez más preparados para usar las Tecnologías de la Información (TIC) como elemento de crecimiento económico y progreso social. En cambio, otros muchos países del Índico albergan serios problemas para conectarse a la red.
El documento, realizado por el Foro Económico Mundial, refleja los obstáculos de América Latina y el Caribe para desarrollar y adaptar sus TIC. En cualquier caso, siempre es el África subsahariana la región que más dificultades tiene para generar una infraestructura digital. Pese a haber aumentado los usuarios de telefonía móvil e Internet, todavía le restan muchos pasos al continente africano para ponerse al nivel de las grandes potencias.
¿Cuántos seres humanos disfrutan hoy de Internet? Según cifras de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), a finales de este año habrá cerca de 3 mil millones de usuarios. “Las cifras de TIC recién publicadas confirman una vez más que las tecnologías de la información y la comunicación siguen siendo el motor principal de la sociedad de la información”, declaraba H.I. Touré, Secretario General de la organización.
Para el sociólogo Manuel Castells “la historia de la brecha digital en términos de acceso es vieja, falsa hoy en día, ya que los pobres también tienen móviles y, aunque menos, tienen formas de acceso a internet”. El autor de La Sociedad Red cree que “la verdadera diferencia se da en el ancho de banda y en la calidad de la conexión, pero no en el acceso, que está difundiéndose con mayor rapidez que ninguna otra tecnología en la historia”.
Lo cierto es que la crisis que padecemos ha mostrado el lado más salvaje del capitalismo. Un sistema que, pese a tambalearse, permite desarrollar nuevas estructuras digitales como fórmula de escape. Mecanismos de cohesión para una sociedad civil que se siente abandonada por sus políticos a la suerte del poder financiero. Espacios de encuentro donde adquirir nuevos conocimientos sin límite. “No tengo miedo a los ordenadores. A lo que tengo miedo es a la falta de ellos” decía Isaac Asimov. ¿Será Internet ese puente entre culturas?