La Hora: Muchas personas siguen en búsqueda de sus familiares víctimas de desaparición forzada ¿cómo afecta en su vida esto?
Carolina Varsky: Desde la razón humana, el ser humano necesita encontrar el cuerpo para poder darle una santa sepultura, un saludo final a aquella persona que convivió y formó parte de una familia, al no estar, no tener información de cómo murió, las madres siempre tienen esa angustia de saber si murió, está en algún lado, o siempre está la sensación y el deseo de que va a volver, lo cierto es que con estas prácticas tan aberrantes, se sabe que el destino final seguramente de esas personas que están desaparecidas es la muerte. ¿Dónde están? ¿Cómo murieron? Las familias tienen derecho a saber cómo murieron, al margen de eso, además, está el derecho de saber quiénes los mataron, pero sobre todo es cómo murieron y donde están, ese dolor persiste y se transmite aún en las generaciones que no conocieron a aquel o aquella familiar desaparecida.
La Hora: Argentina vivió una situación similar a la de Guatemala ¿cómo ven las reformas a la Ley de Reconciliación Nacional? ¿Ha sucedido algo similar en Argentina y cómo se ha abordado?
Carolina Varsky: Argentina tuvo un período de impunidad, recupera la democracia en el año 83, se hace un juicio en el año 85, pero en el 86, 87, se dictan dos leyes que nosotros denominados Leyes de Amnistía, no fueron exactamente el modelo de ley que se está discutiendo aquí en Guatemala, pero las consecuencias fueron la impunidad durante muchos años hasta el año 2001 en que un juez se atrevió a declarar la inconstitucionalidad de esas leyes porque entendió que el Estado argentino incumplía sus obligaciones internacionales firmadas, los mismos tratados que tiene firmados Guatemala, de sancionar e investigar a los responsables de crímenes de lesa humanidad.
Hubo varios años de impunidad en la que no se podía perseguir penalmente a nadie, donde los represores y los acusados circulaban en las ciudades impunes y eso generó el reclamo, y lo que dio lugar a la posibilidad de iniciar nuevamente un proceso de justicia fue el permanente reclamo de los familiares y de las víctimas, que no se cansaron de pedir justicia. Pidieron justicia en Argentina y como en Argentina no se podía perseguir penalmente, fueron a buscar justicia en otros países que se atrevieron a pedir la extradición de militares argentinos acusados de cometer graves violaciones a los derechos humanos.
La Hora: ¿Cómo ve la situación de Guatemala? las reformas están muy claras ¿qué debe hacer la sociedad guatemalteca para impedir que estas –modificaciones– se aprueben?
Carolina Varsky: La sociedad está reclamando, el miércoles, decía un compañero de El Salvador, no claudicar en ese reclamo y seguir insistiendo, sería una vergüenza para Guatemala retroceder habiendo avanzado como decía Jo-Marie, como en los casos que ya se avanzó judicialmente, donde se identificaron responsables, en los que la justicia reconoce los genocidios, las desapariciones forzadas. Sería una vergüenza retroceder e incumplir con obligaciones internacionales de investigar y sancionar a los responsables. Lo dijo la Corte Interamericana en relación con distintos casos como Perú, Uruguay, Argentina, Colombia, Chile, en varios países latinoamericanos, la Corte Interamericana se manifestó en relación con la obligación de los Estados de avanzar en el juzgamiento, de avanzar en las medidas de reparación, de reconocimiento de memoria histórica, de garantías de no repetición, Guatemala tiene que avanzar en el juzgamiento de los responsables e identificarlos, porque la impunidad de lo ocurrido durante unos años atrás genera impunidad en el presente, no habrá reconciliación con las instituciones de la democracia si no hay justicia por los crímenes del pasado.
La Hora: ¿En Argentina existe alguna comisión o atención de las víctimas post conflicto? ¿Cómo se aborda el profundo dolor que queda en las familias?
Carolina Varsky: No hay forma de poder darle atención al dolor, quizás una contención, en eso es una llamada de atención al Estado guatemalteco desde el punto de vista de que el poder Ejecutivo tiene que preparar un espacio para darle atención, además de una reparación desde el punto de vista de un acompañamiento sobre todo en el marco de los procesos judiciales, la instancia de declarar ante un tribunal por un lado es reconfortante para las víctimas, también es una situación traumática y sobre todo en un país como Guatemala, donde son comunidades indígenas que tienen que declarar ante un tribunal que habla un idioma diferente. A esas víctimas hay que explicarles de qué se trata declarar ante un tribunal.
Argentina tiene distintas agencias dentro del Estado que de alguna manera se ocupan de darle un tratamiento o un seguimiento a las víctimas, el terrorismo de Estado en Argentina es bastante diferente a lo ocurrido en Guatemala, sobre todo por el universo de víctimas y los conflictos que se generaban, pero aun así sobre todo en la década de los 90 se crearon programas de reparación, sin embargo, tal vez en un síntoma más latinoamericano de retrocesos en los avances de procesos de justicia en transición, en el último tiempo esos programas quizás han sido dejados de lado y se le ha dado menos atención a las víctimas, pero también requiere de un trabajo interdisciplinario de poder dar un tratamiento integral a las víctimas y tener presente que le puede pasar a esa persona que está buscando un familiar que fue víctima de una situación de desplazamiento, de tener que migrar de sus lugares, de tener que compartir una familia que ha sido diezmada.
La Hora: ¿Cuál es su mensaje para las víctimas?
Carolina Varsky: A las víctimas decirles que resistan, que continúen en su reclamo, sobre todo que son muy valientes al demostrar las injusticias por las que pasaron y la necesidad de avanzar en un proceso de justicia para el porvenir, para adelante. No solamente por una cuestión caprichosa de querer saber qué pasó hace tantos años atrás, sino para pensar hacia adelante, para tener un mejor país y una democracia más consolidada.