En esta imagen del 9 de abril de 2019, camiones aguardan para cruzar la frontera con Estados Unidos en Ciudad Juárez, México. FOTO LA HORA/ CHRISTIAN TORRES /AP

POR AGENCIA AP

En un anuncio sorpresivo que podría poner en riesgo un importante acuerdo comercial, el presidente estadounidense Donald Trump indicó ayer que impondrá un nuevo arancel del 5% sobre todas las importaciones de México para presionar al país a tomar más medidas para detener el flujo de migrantes centroamericanos que tratan de cruzar la frontera hacia Estados Unidos.

Señaló que el porcentaje aumentará gradualmente “hasta que el problema de la inmigración ilegal se solucione”.

La decisión mostró que Washington está dispuesto a llegar a tal extremo y a buscar nuevos recursos para presionar a México a emprender acciones — incluso con el riesgo de obstaculizar otras prioridades políticas como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que es parte fundamental de la agenda legislativa de Trump y crucial en sus esfuerzos de reelección.

Trump informó la medida en Twitter luego de comentarles a los reporteros horas antes que tenía planeado hacer un “anuncio importante” que sería el “más grande” que ha hecho hasta ahora sobre la frontera.

“El 10 de junio, Estados Unidos impondrá un arancel de 5% sobre todos los productos que lleguen a nuestro país desde México, hasta que los migrantes ilegales que pasan por México y entran en nuestro país se detengan. Los aranceles aumentarán gradualmente hasta que el problema de la inmigración ilegal se solucione”, tuiteó, y agregó: “Y entonces los aranceles serán eliminados”.

El mandatario ha acusado al gobierno mexicano de no hacer lo suficiente para frenar el flujo de migrantes de países como El Salvador, Honduras y Guatemala que han emprendido el viaje hacia Estados Unidos para solicitar asilo. Trump ha estado deseoso de tomar medidas cada vez más radicales y llamativas en la materia, ya lo que lo considera fundamental para su campaña de reelección, pues anima a sus simpatizantes.

Pero la sorpresiva amenaza arancelaria se produce en un momento peculiar, considerando lo fuerte que ha presionado el gobierno para la aprobación del T-MEC, que reemplazaría al TLCAN. También ocurre menos de dos semanas después que Trump levantó los aranceles sobre el acero y el aluminio procedentes de México y Canadá, una medida que parecía eliminar un obstáculo para la aprobación del pacto comercial.

La Casa Blanca percibe el pacto, acordado en noviembre pasado por los líderes de los tres países, como la piedra angular de la agenda legislativa de Trump para 2020. Pero requiere de la aprobación de los legisladores de las tres naciones para ser ratificado.

A finales de marzo, Trump amenazó con cerrar toda la frontera entre Estados Unidos y México si las autoridades mexicanas no frenaban por completo la inmigración ilegal. Tan sólo días más tarde, se retractó y dijo que estaba satisfecho con las medidas implementadas por México en los últimos días. Sin embargo, se desconoce qué es lo que el gobierno mexicano ha cambiado.

De hecho, durante una conferencia telefónica con los reporteros ayer, funcionarios del gobierno aseveraron que hay varias cosas que México puede hacer para evitar que los aranceles entren en vigor, incluyendo reforzar su frontera con Guatemala, y presentar un “acuerdo de tercer país seguro” que dificulte a quienes ingresen a México solicitar asilo en Estados Unidos.

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