Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt
Ayer se celebró el Día de la Constitución y asistieron al Congreso los altos funcionarios para que los tres organismos del Estado estuvieran debidamente representados en la celebración. Y tanto el presidente Morales como el presidente Arzú, del Congreso, aprovecharon la ocasión para volarle leño a la Corte de Constitucionalidad y a llamar a una valerosa defensa del sistema, al grado de que el mandatario anunció que para ello está dispuesto a dar su vida, emotiva frase viniendo de alguien que se ha pasado la ley por el arco del triunfo y que ha desobedecido resoluciones de la Corte de Constitucionalidad simplemente porque no le gustan.
Pero habló también de las formas de enfrentar la justicia y dijo que la primera es mediante el ejercicio del legítimo derecho de defensa, la segunda es el derecho a la legítima resistencia consignada en el artículo 45 de la Constitución y la tercera es fugarse y es la que usan los cobardes. Pero se le olvidó mencionar otra, que es la de la impunidad que se obtiene mediante la inmunidad cuando hay un Pacto de los Corruptos, puesto que cuando un Congreso de la República resuelve como resolvió el nuestro a la solicitud de antejuicio contra el Presidente de la República, en reiteradas ocasiones, obviamente se está hablando más de impunidad que de inmunidad.
Porque el Presidente de la República no ha enfrentado a la justicia en el país como consecuencia de una votación en el Congreso que simplemente dejó en el limbo el proceso en su contra. Los entes investigadores habían presentado abundantes elementos para iniciar un juicio y prueba de ello es que los otros sindicados en el Caso del financiamiento electoral a FCN siguen enfrentando el proceso y el único sindicado que no está en el banquillo es quien fue señalado de haber recibido el dinero, pidiendo que no se hiciera público para no dañar la imagen de una candidatura “de pocos recursos” económicos.
Todos fueron ligados a proceso y están ejerciendo su derecho de defensa, mientras que el Presidente quedó escudado en el muro de la impunidad que genera la inmunidad en nuestro país, que ha sido totalmente desvirtuada. Por ello es que la iniciativa de reformas constitucionales para el sector justicia contemplaba modificaciones al derecho de antejuicio porque se abusa del mismo en una forma escandalosa, como se ha podido ver con resoluciones del Congreso y de la Corte Suprema de Justicia.
Y en el caso de sus familiares que están sometidos a proceso, ciertamente ejercen su derecho de defensa, pero no olvidemos que precisamente por ese proceso se inició toda la conspiración para expulsar a la CICIG, no obstante que el mismo Iván Velásquez hizo esfuerzos por ayudar al presidente Morales al inicio de su mandato, como le consta al mismo gobernante.
No es ejercer la legítima defensa expulsar a la CICIG para que no fuera parte del proceso que se sigue contra sus familiares, no digamos cooptar al Ministerio Público para garantizar una acusación blandengue que les permita salir bien librados. Detalles que es necesario apuntar para tener el cuadro completo.
