POR FABIOLA SÁNCHEZ /AP
CARACAS
El líder opositor Juan Guaidó encabezaba hoy un alzamiento de la mano de un pequeño grupo de militares en un intento por sacar del poder al presidente Nicolás Maduro quien, sin embargo, aseguró que las fuerzas armadas se mantienen leales a su gobierno.
El ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, anunció acompañado del alto mando militar que “una parte” del alzamiento “ha sido derrotado” y que “casi todos” los militares y policías que se sublevaron se retiraron de los alrededores de una base militar hacia la plaza Francia, al este de Caracas.
Padrino López consideró el alzamiento un “intento de golpe de Estado de una magnitud muy insignificante” y sostuvo que todas las unidades militares se mantienen en paz bajo el mando de sus jefes naturales.
El jefe militar instó a los militares rebeldes y a dirigentes opositores a que cesen sus acciones y los responsabilizó de cualquier acto de violencia o derramamiento de sangre. “A Miraflores (el palacio de gobierno) no se llega por la violencia”, sostuvo el ministro al advertir que “será derrocado por la violencia” quien intente tomar el palacio presidencial.
Acompañado de varios uniformados armados en las afueras de la base aérea generalísimo Francisco de Miranda, en Caracas, Guaidó afirmó en un mensaje difundido a través de Twitter que varios “soldados valientes” habían “acudido a nuestro llamado”, aunque no estaba claro aún el alcance de su convocatoria.
Sin ofrecer más detalles, el jefe de la Asamblea Nacional exhortó a “todos los soldados” a unirse al alzamiento contra el gobierno de Maduro.
Sin embargo, horas después Maduro afirmó que mantenía el apoyo de los mandos militares y llamó una movilización a sus seguidores para hacer frente al alzamiento.
En un breve mensaje que difundió en su cuenta de Twitter, Maduro indicó que conversó con los jefes de los comandos regionales quienes le manifestaron “su total lealtad al pueblo, a la constitución y a la patria” y llamó “a la máxima movilización popular para asegurar la victoria de la paz”.
Por su parte, el canciller Jorge Arreaza dijo a The Associated Press que Maduro “está en su puesto de comando” y que más tarde estará con seguidores en el palacio presidencial.
“No hay ninguna preocupación”, sostuvo Arreaza al asegurar que el país está en calma y que las fuerzas armadas están “garantizando la institucionalidad democrática” en Venezuela.
Asimismo, el presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, afirmó ante centenares de seguidores del gobierno aglomerados a las afueras del palacio presidencial que “aquí hay un golpe de Estado” y agregó, dirigiéndose a los opositores y militares que están participando en el alzamiento, que “aquí no queremos lloriqueos, que cada quien asuma la responsabilidad, que nosotros asumiremos la nuestra”.
Temprano en la mañana un grupo de militares se alzó a las afueras de la base aérea junto a Guaidó y al dirigente Leopoldo López, quien estaba bajo arresto domiciliario.
Tras el alzamiento, en los alrededores del distribuidor Altamira, en las cercanías de la base aérea, se presentaron decenas de guardias nacionales para enfrentar a los militares rebeldes, dirigentes opositores y cientos de manifestantes y les lanzaron gases lacrimógenos.
Poco después un grupo de militares rebeldes se enfrentó dentro de la base aérea con otros uniformados que les respondieron con disparos, constató AP desde las afueras de la instalación militar.
Luego de los enfrentamientos Guaidó marchó hacia la plaza Francia, en el este de la capital.
En breves declaraciones a la prensa el líder opositor, de 35 años, señaló que militares del estado suroriental de Bolívar, la ciudad central de Maracay y otras localidades colocaron las unidades en «protección del pueblo de Venezuela» y precisó que en las próximas horas se darán los nombres de los generales, tenientes coroneles y mayores que se unieron al alzamiento.