David Napoleón Barrientos
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Lanquín, es un pequeño y bello municipio del departamento de Alta Verapaz, ubicado entre cadenas montañosas; la naturaleza le ha dado características que perfectamente pudieran ser aprovechadas para un desarrollo ecoturístico envidiable, sin embargo la incapacidad de sus alcaldes históricamente, tiene a sus habitantes con falta de oportunidades de trabajo, pudiendo ser el municipio un ejemplo de proyectos turísticos privados, municipales o publico privados, que les permita a todos sus habitantes, tanto del área urbana como rural contar con amplias posibilidades de empleo. Pese a esa potencialidad, hoy es uno de los municipios más pobres de Guatemala, carece de servicios de salud, de medicamentos, con un altísimo índice de desempleo, se desarrolla en un contexto social dividido entre una población urbana educada y consciente de sus necesidades, que representa aproximadamente un veinticinco por ciento de su población y un setenta y cinco por ciento que vive en el área rural en condiciones de abandono; además un cincuenta por ciento de la población no sabe leer ni escribir; un ejemplo de cómo las condiciones de pobreza y abandono sirven para gestionar recursos, pero que los mismos no llegan a su población, circunstancias que son solo un ejemplo de muchísimos municipios del país.
Para colmo de males, una estructura criminal durante veinte años saqueó los recursos destinados a esa la población, lo que solo nos recuerda que la corrupción se da a nivel nacional, lo peor, con la contribución de las instituciones llamadas a detener ese mal. Desafortunadamente hoy la administración municipal se encuentra en las mismas circunstancias y su camino es el mismo, el de la persecución penal; ya existen señalamientos serios en su administración, el municipio sigue por la misma senda de corrupción. La certeza con la que me expreso me la da haber vivido mis primeros once años en este municipio, que también se convierte en una gran tristeza al ver que Lanquín es ahora peor que hace 40 años, está entre los últimos municipios con índices de desarrollo, del país, pese a sus riquezas naturales.
La corrupta administración de la municipalidad de Lanquín ha tenido el aval de políticos de la región, los que han estado ligados a la administración de las corporaciones a lo largo de veinte años; estos también tienen responsabilidad en el estado de las cosas, aspecto que es de conocimiento de la comunidad; también ha sido un secreto a voces que el órgano encargado de la fiscalización de los recursos municipales ha estado por muchísimos años comprometida con la corrupción de tales corporaciones.
La persecución penal que el Ministerio Público ha iniciado en contra de esta banda criminal hace que en Lanquín se respire un ambiente de esperanza, la confianza para la participación de buenos lanquineros en procesos electorales futuros, se ha despertado, por muchos años se habían sentido abandonados, con una ausencia de justicia y sobre todo de Estado. Es pertinente mencionar que esta persecución penal está evitando que un exalcalde volviera a ser electo y una de las imputadas tuviera la posibilidad de ser electa diputada.
