Francisco Cáceres Barrios
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Seguramente más de algún fanático religioso me podrá calificar de “pirujo” por publicar este comentario en Martes Santo, pues cuando lo lean se van a percatar que no contiene un mensaje relacionado con la Cuaresma ni con la Semana Santa, sino más bien para que el estimado lector, quien a partir de mañana por la tarde podrá disfrutar de un poco más de su valioso tiempo sin el ajetreo diario, le podrá servir para meditar sobre el triste futuro que le espera a Guatemala de seguir con la actual mascarada democrática que el grupo de politiqueros asociados, a quienes usted ya conoce bien, nos ha venido recetando desde hace ya bastante rato.
Y es que no es un secreto para nadie que la mayoría de diputados al Congreso y al Parlacen tránsfugas, haraganes, incapaces y corruptos van camino otra vez de la reelección para seguir mangoneando para hacer solo su graciosa voluntad. Seguramente le han dicho que con anular su voto, usted no va a lograr ningún beneficio y yo le pregunto: ¿y cuál ganancia o mejora va a poder lograr, votando por cualquier emblema de partido, pues sigue sin poder hacerlo racionalmente por su candidato preferido?, cuando ya es hora que usted decida sobre su propio destino, como el de sus hijos, nietos y demás descendencia.
¿A estas alturas, alguno de los candidatos a alcalde de su municipio le ha demostrado qué, cómo y cuándo va hacer para que deje de pasar penas acarreando agua; de sus planes o proyectos debidamente razonados para resolver la urgente necesidad de desarrollar uno o más planes para resolver a corto, mediano y largo plazo el transporte masivo de pasajeros y aparte de aquella bendita “agua milagrosa”, alguien le ha explicado cómo va a evitar que todos nuestros desechos sigan contaminando nuestros ríos y lagos, como resolver técnica y eficazmente la acumulación de la basura, no digamos los planes para alivianar al menos el colapsado tránsito de vehículos automotores?
¿Ya se dio cuenta que dentro de apenas dos meses se llevarán a cabo las elecciones y estas son las horas en que solo los que han gozado de las mieles del poder ocupando antes posiciones de privilegio para el manejo de recursos públicos, han podido desarrollar su campaña electoral para la presidencia? Eso, debiera merecer su análisis y su razonamiento, pues todo ello resulta un claro indicativo que dichas candidaturas, como para quienes están detrás de ellas, solo persiguen satisfacer intereses de orden personal, entre otros, continuar con la impunidad y la corrupción que vaya si no han ocasionado ya múltiples daños y perjuicios. Las elecciones del 2019, después de un gobierno de retroceso total en cuatro años, serán totalmente distintas, pues no existen diferencias ideológicas abismales, sino cada organización política y su candidato solo buscan mantener aquel privilegiado lugar que les permita seguir obteniendo los recursos que antes ya le rindieron o le seguirán dando mejores resultados. ¡Por favor medítelo!
