POR ARON HELLER/AP
JERUSALÉN

Benjamin Netanyahu parecía encaminarse a un histórico quinto mandato como Primer Ministro de Israel. Los resultados no oficiales de la elección general daban a su partido de derechas, el Likud, y a otras formaciones nacionalistas y religiosas una sólida mayoría en el Parlamento.

El resultado afirmó el giro continuado de Israel hacia la derecha y redujo más las esperanzas de hallar una solución negociada al conflicto israelí-palestino. La reelección daría un importante impulso a Netanyahu, que podría ser imputado en una serie de escándalos de corrupción.

Con el 97.4 por ciento de los votos contados hoy, el Likud y sus aliados naturales tenían una mayoría de entre 65 y 55 escaños en el Parlamento. Aún estaba por ver si algunos partidos pequeños cruzarían el umbral de la representación parlamentaria, de modo que la composición de la Cámara aún no estaba clara. En cualquier caso, el país se enfrenta ahora a lo que podrían ser semanas de negociaciones políticas por la composición de la coalición gobernante.

En todos los escenarios posibles, Netanyahu era el gran ganador.

FRACASA LA ALTERNATIVA

El veterano mandatario había librado una campaña muy ajustada contra un militar retirado, el centrista Benny Gantz, cuya joven formación Azul y Blanco se había convertido en una alternativa viable de gobierno.

Los resultados finales lo mostraban igualado con Likud en 35 escaños, pero la mayoría de sus apoyos parecían llegar a expensas del Partido Laborista y el Meretz, dos agrupaciones antiguas que registraron mínimos históricos en los comicios de ayer.

Junto con sus socios actuales, formaciones nacionalistas y ultraortodoxas, Netanyahu no debería tener problemas en formar una coalición con mayoría en la Cámara de 120 escaños.

Con una victoria, Netanyahu lograría su cuarto mandato consecutivo y quinto en total, lo que le convertiría este verano en el gobernante que más tiempo ha liderado Israel, superando al fundador David Ben-Gurion.

NETANYAHU CELEBRA VICTORIA

“Es una noche de tremenda victoria”, dijo Netanyahu a sus seguidores hoy por la mañana, indicando que ya había empezado a hablar con partidos conservadores y religiosos sobre una nueva coalición.

“Quiero dejarlo claro, será un gobierno de derechas, pero pretendo ser el Primer Ministro de todos los ciudadanos israelíes, de izquierdas o de derechas, judíos o no judíos por igual”, añadió.

Su mensaje de unidad marca un gran contraste con su campaña, en la que acusó a Gantz de conspirar con partidos árabes para derrocarle. Líderes árabes acusaron a Netanyahu de demonizar a la comunidad árabe del país, que supone en torno al 20 por ciento de la población.

HAMAS INDIFERENTE AL RESULTADO

Un dirigente de Hamas calificó el resultado de irrelevante, ya que “todos los partidos son caras de la misma moneda, la moneda de la ocupación”.

Khalil al-Hayya dijo que “no hay diferencias” entre los partidos israelíes, y juró que Hamas seguiría intentando “poner fin a la ocupación y lograr nuestros objetivos nacionales”.

El problema palestino y las perspectivas de las negociaciones de paz brillaron por su ausencia en el debate político. En un último esfuerzo para animar a su base, Netanyahu prometió el fin de semana anexar el territorio de Cisjordania, ocupado por Israel, lo que significaría el fin de la esperanza de crear un estado palestino.

Un asesor del presidente palestino, Mahmud Abás, dijo que el resultado electoral aviva el temor de los palestinos a una anexión israelí de partes de Cisjordania. Ahmed Majdalani dijo que los palestinos buscarán ayuda en la comunidad internacional para intentar detener cualquier iniciativa de esa clase.

FUERZAS LEGISLATIVAS APOYARÍAN AL ACTUAL PRIMER MINISTRO

Por/Europa Press

El líder del partido ultraderechista Yisrael Beiteinu, Avigdor Lieberman, ha dejado claro hoy que no apoyará a Benny Gantz como candidato a Primer Ministro en el futuro gobierno. En declaraciones al diario Yediot Ahranoth, Lieberman ha subrayado que «no existe» un escenario en el que el general retirado que lidera la lista del Partido Azul y Blanco pueda convertirse en el próximo primer ministro israelí. Lieberman ha afirmado que su formación o se suma a un gobierno liderado por Netanyahu o se quedará en la oposición.

Benny Gantz, que ha conseguido 35 escaños con su formación, la misma cifra que obtiene el Likud de Netanyahu, ha comunicado a sus compañeros de partido hoy por la mañana que la situación es «desalentadora» pero ha confiado en que todavía se pueda conseguir un cambio de gobierno.

«Parecen desalentadores pero los resultados todavía no son definitivos. Es posible que haya cambios electorales y podemos hacer determinadas maniobras políticas», ha indicado.

El general retirado ha dicho que sus electores quieren esperanza y hay que dársela. «Quieren una vía distinta y se la hemos mostrado. No daremos marcha atrás en nuestro deber público para representar a más de un millón de personas que nos han pedido algo distinto. Es una victoria histórica sin precedentes. Deberíamos estar orgullosos», ha subrayado.

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