CARACAS
Agencia (AP)

Nelson Martínez, exministro del Petróleo y expresidente de la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) que estaba detenido desde finales de 2017 bajo sospecha de delitos de corrupción, falleció ayer bajo custodia. Tenía 67 años.

La Fiscalía General de Venezuela dijo en un comunicado que Martínez padecía una enfermedad grave y crónica que lo llevó a la muerte en un centro médico donde se encontraba bajo tratamiento. Sin embargo, es probable que lo sucedido centre la atención en las condiciones en las que el gobierno mantiene a oponentes y exfuncionarios. Este deceso se produce dos meses después de que un concejal antigubernamental encarcelado muriera en lo que el gobierno insiste en que fue un suicidio.

Martínez y Eulogio Del Pino, también exministro del Petróleo y expresidente de PDVSA, fueron capturados el 30 de noviembre de 2017 bajo sospecha de malversación de fondos públicos, asociación para delinquir y legitimación de capitales.

Martínez era un químico graduado en gerencia tecnológica del Instituto Tecnológico de Massachusetts y se desempeñó como presidente de Citgo, la filial estadounidense de PDVSA, desde 2013 y hasta enero de 2017. Las autoridades lo acusaron de presuntos delitos de corrupción relacionados con la firma de contratos en condiciones desventajosas para Citgo, que opera tres refinerías en Illinois, Texas y Luisiana con una capacidad de 749.000 barriles por día.

Tanto Martínez como Del Pino llegaron a la cima en la industria petrolera durante el gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro, quien fue elegido presidente en 2013 tras la muerte de antecesor y padre político Hugo Chávez, quien gobernó Venezuela entre los años 1999 y 2013.

Los arrestos se produjeron en momentos en que se evidenciaba ya una severa reducción de la producción de crudo y la caída de los precios internacionales del crudo que ha generado una grave crisis financiera en el país, que recibe cerca de 96% de sus ingresos en divisas por la venta del petróleo. La producción petrolera de Venezuela se ha desplomado a su nivel más bajo en siete décadas.

Tras la orden de Maduro de abrir una investigación en la industria petrolera, las autoridades han detenido por hechos de corrupción y otras irregularidades 96 funcionarios de PDVSA, más de dos decenas de ellos son altos gerentes y dos expresidentes de la corporación, de acuerdo a cifras de la Fiscalía General.

Rafael Ramírez, quien era el superior de Martínez antes de ser expulsado también como presidente de PDVSA, dijo que su viejo colega nunca quiso asumir el liderazgo del monopolio petrolero sabiendo que eso afectaría su frágil salud luego de una cirugía a corazón abierto realizada hace unos años.

«Esta muerte es responsabilidad de Maduro», dijo en una entrevista Ramírez, quien enojado se distanció de gobierno el año pasado en medio de acusaciones de que él también había estado robando a PDVSA.

La corrupción ha sido durante mucho tiempo rampante en Venezuela, que posee las reservas de petróleo más grandes del mundo, pero los funcionarios rara vez rinden cuentas, lo que es motivo de gran molestia para los venezolanos que luchan por comer tres comidas al día en medio de una escasez generalizada y una inflación de siete dígitos.

Martínez fue reemplazado en PDVSA por un general del ejército sin experiencia previa en el sector petrolero.

Ramírez, que dirigió la industria petrolera venezolana entre 2004-2014, dijo que mientras el gobierno intenta mantener seguros a sus opositores encarcelados por temor a desencadenar una protesta internacional, las docenas arrestados como parte de una purga de la industria petrolera el año pasado –incluidos cinco ex ejecutivos de Citgo con pasaportes estadounidenses– en su mayoría han sido olvidados y vistos injustamente como algo menos que presos políticos porque han sido acusados de corrupción.

Aseguró también que Martínez estaba recluido en aislamiento en un cuartel de la Dirección de Inteligencia y Contrainteligencia Militar (DGICM) en la capital venezolana y se le negaron repetidamente las visitas de los médicos de su familia, lo que provocó una depresión que empeoró después de que se enfermó de problemas renales hace unas semanas.

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