Napoleón Barrientos

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Guatemalteco, originario de Alta Verapaz, forjado bajo los principios de disciplina, objetividad y amor a la patria; defensor del estado de derecho, de los principios de la democracia, con experiencia en administración pública, seguridad y liderazgo de unidades interinstitucionales.

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David Barrientos

Con sobrada justificación, hay tres grandes temas en los cónclaves de militares en retiro, que solo serán atendidas con su incidencia política:

El cese de la persecución penal por el enfrentamiento armado, que solo alcanzó a los militares; quienes cumplieron su mandato constitucional, y que, a partir de enero de 2016, cuando se efectuaron capturas en su contra, con una visualización política, de justicia selectiva; innegablemente se abrieron las heridas del conflicto armado que ya estaban sanando, y mantiene en acoso judicial a los militares, acentuando la polarización en la que hoy nos encontramos los guatemaltecos y que constituye un obstáculo para alcanzar la paz y reconciliación nacional. Persecución amparada en la justicia transicional; cuando ésta contempla otros tres elementos: conocimiento de la historia, reparación de las víctimas y medidas de no repetición efectivas. Nadie suscribe un acuerdo de paz proveniente de un conflicto armado, si no se contempla una amnistía, como lo expone y sustenta la Asociación Movimiento Justicia y Reconciliación -Asojure.

Los beneficios a las clases pasivas militares, a los jubilados y pensionados del régimen del Instituto de Previsión Milita -IPM-, de los cuales han sido excluidos miles de ellos, quienes tienen jubilaciones y pensiones menores al salario mínimo, que desde hace veintidós años no reciben ningún incremento económico a sus prestaciones de ley, pese a las acciones presentadas por la Asociación Nacional de Especialistas Jubilados del Ejército de Guatemala -Anejubeg-, quienes mantienen un reclamo por demás justo, pues cabe preguntarse ¿Cómo puede un jubilado vivir con quinientos quetzales al mes? En situaciones de precariedad alimentaria y de salud. Además de su reclamo por un bono navideño del que han sido ignorados ingratamente.

El resarcimiento; por principio de igualdad, para tres categorías como mínimo: a) los padres, esposas, hijos, hermanos de los que ofrendaron su vida defendiendo la patria. b) las víctimas del terrorismo en el enfrentamiento armado, los cuales han sido invisibilizados por la historia, la justicia y el Programa Nacional de Resarcimiento, c) aquellos que prestaron servicio y arriesgaron su vida por el país y que también han sido ignorados, retornaron a la vida civil sin incentivos, pues solo se resarció a los terroristas, tema donde la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala -Avemilgua-, hacen esfuerzos y que además de organizar a sus afiliados a nivel nacional, mantienen una esperanza de resarcimiento a verdaderas víctimas del terrorismo.

Para construir el futuro del país, es necesario el tratamiento de estos temas, con sentido de Estado, claro, no son las únicas justas demandas, pero sí temas invisibilizados, que mantienen a una parte de la población en total desventaja y motivan su organización y reclamo, que solo serán atendidos a través de su participación en la vida política del país. Hoy a las puertas de un proceso electoral es importante conocer el planteamiento y respuesta a estos temas, por parte de quienes tienen aspiraciones de acceder al poder; los militares que no son nada despreciables como caudal electoral, no están dispuestos a servir de eslabón político, seguramente apoyarán a quien tenga una agenda social para los guatemaltecos, que incluya a este invisibilizado sector.

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