Tijuana/dpa

Un grupo de 105 centroamericanos de una caravana que ingresó hace más de un mes a México pidió a las autoridades mexicanas ser repatriado desde Tijuana, donde más de 5 mil 800 migrantes esperan en condiciones críticas poder entrar a Estados Unidos.

El Instituto Nacional de Migración mexicano informó la noche del martes que los migrantes ya fueron enviados de regreso a sus países en un avión de la Policía Federal, sin especificar las nacionalidades. La mayoría de los miembros de la caravana son hondureños.

En Tijuana, una ciudad mexicana que limita con el condado estadounidense de San Diego, los migrantes están varados desde hace más de dos semanas, después de un recorrido de más de 4 mil 500 kilómetros desde que los primeros salieron de la ciudad hondureña de San Pedro Sula el 13 de octubre.

El domingo, la Patrulla Fronteriza estadounidense frenó con gases lacrimógenos el intento de varios cientos de centroamericanos de entrar por la fuerza desde Tijuana, después de desprenderse de una marcha pacífica.

Los migrantes están alojados en el centro deportivo «Benito Juárez» sin suficientes instalaciones sanitarias ni alimentos y cada vez más desesperados ante la lentitud con la que se procesan las solicitudes de asilo en la frontera.

Por día, Estados Unidos tramita entre 30 y 70 peticiones, de acuerdo con datos de Amnistía Internacional (AI), pero desde antes de que llegara la caravana ya había unas 2 mil solicitudes pendientes y personas con unas cinco semanas de espera.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que no permitirá que los migrantes entren a su país y dijo que si es necesario cerrará de manera permanente la frontera con México.

De acuerdo con AI, una organización defensora de los derechos humanos con sede en Londres, autoridades mexicanas les confirmaron que en el albergue temporal «no había comida, agua ni servicios de salud suficientes, y que entre las personas acogidas en él se estaban propagando las enfermedades respiratorias».

Las autoridades mexicanas ofrecieron a los migrantes visas humanitarias y empleo temporal desde que entraron a México por Chiapas desde Guatemala.

En ese momento muchos lo rechazaron, pero ahora que ya están en la frontera y ven pocas posibilidades de que se les abran las puertas algunos están empezando a acogerse al programa.

Según cifras de la Secretaría de Gobernación, en la zona fronteriza del Estado de Baja California, donde está Tijuana, 614 centroamericanos regularizaron su situación migratoria para poder pedir trabajo en México.

El tema migratorio es un asunto de fricción en las relaciones entre México y Estados Unidos.

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