Con el único y exclusivo fin de afectar a Diario La Hora, crítico implacable del Pacto de Corruptos, se aprobó una ley que bajo el argumento de la modernización elimina los avisos legales escritos en los medios de comunicación, siendo el caso que ese nicho del mercado nos lo fuimos ganando a pulso, en medio de una fuerte competencia con otros diarios, por buen servicio, precio y atención al público desde hace muchos años. De hecho, fue en tiempos de Ydígoras Fuentes cuando ese gobernante quiso matar cercando comercialmente al diario Impacto que el recordado abogado Alfonso Ordóñez Fetzer empezó a promover entre sus colegas el uso de nuestros servicios para impedir el atropello que pretendía el viejo general.
Nosotros hemos entendido el signo de la modernidad y por eso hemos desarrollado una plataforma electrónica al gusto de nuestros lectores para satisfacer las mayores exigencias. Sabemos que lo electrónico trae cambios profundos, algunos más buenos que otros, y nos preparamos hace mucho tiempo para destacar en ese mercado creciente. Pero sabemos que lo digital, para dar certeza, tiene que incluir variados elementos importantes que impidan los ataques cibernéticos, por un lado, o la falsificación o suplantación de lo que ya fue publicado en la red electrónica y también que es muy difícil asegurar la inviolabilidad de la documentación. Hay ya casos en Guatemala de registros electrónicos que han sido alterados impunemente, mientras que el registro impreso es algo tangible que perdura y, en el caso de nuestro país, conserva la Hemeroteca Nacional a donde cualquier persona puede ir a realizar consultas para corroborar publicaciones de hace más de cien años.
Pero en su interés específico y casuístico de destruir a La Hora, los diputados hicieron un mamarracho de ley que realmente compromete esa cacareada seguridad jurídica de la que tanto se ha hablado. Y como bien dice hoy nuestro director Pedro Pablo Marroquín en su columna, creemos que el ciudadano tiene la obligación moral y ética de actuar contra las arbitrariedades del Pacto de Corruptos y por ello es que se presentó ayer un Amparo contra la emisión de esa Ley formulada, repetimos, con el único propósito e interés de pasarle la factura a un medio que no los deja en paz porque, día a día, reseña las acciones de los pícaros.
Ese Pacto de Corruptos, en el que dan la cara los diputados pero están también otros poderosos sectores, ha cercado económicamente a la prensa del país para irla ablandando y como no tenían cómo apretarnos, lo hacen con una ley con graves vicios que nosotros denunciamos.