Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Mucho se ha dicho y hasta la Fiscal General preguntó qué era eso del Pacto de Corruptos y que no es más que la consagración de los más perversos intereses para regresar las cosas al pasado y que se hizo evidente desde el 13 de septiembre de 2017 en aquel día que será siempre en el de Infamia por la manera en la que operaron los diputados. Tenían y tienen aliados en el fondo de los asuntos, y si acaso les criticaron la forma.
Sin duda alguna, desde esa fecha al presente los diputados y sus aliados (desde donde se encuentran rancios personajes hasta los jefes de la vieja guardia) han ido aprendiendo las lecciones y por tanto han actuado de manera más sigilosa, más cauta y más estratégica al punto que han logrado algunas victorias sin levantar una indignación suficiente en la población y, por ende, no han visto amenazados sus planes.
Han jugado a la desinformación para ir logrando sus objetivos. Como he dicho siempre, nos tienen hablando de lo que desean mientras van metiendo sus goles. Ahora nos tiene ocupados la canallada que le están haciendo a la educación superior (sistema que también necesita ajustes, sin duda, pero quitarle recursos afecta a quienes desean estudiar por un futuro mejor) mientras buscan asegurar el Presupuesto que les permitirá consolidar –de varias maneras– el Pacto de Corruptos en el 2019.
Desde ya empiezan a verse movimientos que incidirán en la elección de Cortes de 2019 y que no le sorprenda a nadie ver a uno de esos personajes que inciden en los magistrados metido en el binomio de alguien que recurre su inevitable cita con la justicia, en lo que sentará las bases para la continuada cooptación de las Cortes en el 2019, negando, además, espacio a esos aguerridos operadores del Sistema de Justicia que con su trabajo se han ganado el crecimiento en la carrera judicial.
Ya terminaron de despedazar la democracia y sentar las bases para la Cooptación de 2019 con las reformas al financiamiento electoral ilícito. Con que deba haber sentencia para el caso del ilícito y con que baste acreditar identidad (no la verdadera identidad) en el ahora llamado no registrado, las cosas pintan bien para la consolidación del modelo y no por gusto la UNE se la jugó con quienes algún día fueron enemigos.
Aún les falta ir a sacar a la gente de la CICIG (poner un candado en la puerta y acabar con esa pesadilla como dijeron algunos preocupados), la ley de excarcelamiento, la de aceptación de cargos con goles, encontrar la forma de quebrar la mayoría en la CC, copar a los jueces que han sido independientes, seguir el cerco financiero contra las voces que no sucumben ante las peticiones de impunidad y todo con el afán de llegar al 2019 de una manera que permita la consolidación del sistema.
¿Qué puede cambiar el rumbo? Usted, su voz, su entendimiento de que los quehaceres del día a día no son incompatibles con el ejercicio de una ciudadanía responsable, comprometida y especialmente, dispuesta a dar la batalla de la vida para no regresar al pasado y dispuesta a comprometerse con un futuro en el que los que hemos tenido oportunidades las sigamos teniendo pero sin dejar a tanta gente atrás.
Si usted invierte su tiempo en escuchar, pero sobre todo en cuestionar a quienes se quejan del rumbo del país y centran sus problemas en las investigaciones, verá que no hay mayor interés en acabar con la desigualdad, la desnutrición, los problemas de salud, educación y justicia y por eso digo, que la Caravana (Pacto) Invisible de Corruptos sigue su paso tan firme como los incendios de California y de nosotros depende que esto cambie.