Por Margarita Girón
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Miles de hondureños partieron durante esta semana de Honduras en busca del “sueño americano”. Guatemala fue testigo de esta caravana en la que familias completas se desplazaron por el país en su camino hacia Estados Unidos.

Casa del Migrante en Guatemala jugó un papel importante en este éxodo hondureño. Miles de migrantes llegaron al refugio durante la semana en busca de ayuda humanitaria para luego continuar su viaje hacia Estados Unidos. Abrigo, ropa, agua, alimentos, medicinas y solidaridad, así fueron recibidos los migrantes hondureños en Guatemala.

En una entrevista para La Hora Voz del Migrante, el Padre Mauro Verzeletti quien tiene 20 años de trabajar en el tema migratorio en Guatemala, detalló cómo la Casa del Migrante afrontó el reto de acoger por primera vez a miles de migrantes que llegaron masivamente desde Honduras y que continuaron su camino hacia Estados Unidos.

Verzeletti relató que desde que llegó a Guatemala en 1998, luego del huracán Mitch, no había observado una cantidad tan grande de migrantes viajando en conjunto.

HONDUREÑOS FUERON ACOGIDOS EN CASA DEL MIGRANTE

De acuerdo a Verzeletti, desde que se conoció la noticia de la caravana hondureña gestionaron una reunión con el equipo de la organización, pues hasta el domingo 14 de octubre desconocían si los migrantes buscarían o no refugio en las distintas Casas del Migrante que funcionan en Guatemala.

El presbítero explicó que durante el martes, los primeros migrantes llegaron a la capital y gracias a la articulación que se formó con los distintos organismos no gubernamentales que se sumaron a la causa, fueron recibidos y acogidos en Casa del Migrante conforme iban llegando durante el resto de la semana.

“Lo primero que hicimos fue darles alimentos, luego los voluntarios conversaron con ellos sobre sus necesidades y se les brindó atención médica, espiritual y humanitaria. El mejor gesto humanitario que podemos dar es ofrecer un lugar al cual llegar y ser bien recibido”, dijo Verzeletti.

AYUDA HUMANITARIA NO SE HIZO ESPERAR

Verzeletti dio a conocer que al ver que los migrantes hondureños se estaban refugiando en Casa del Migrante, organismos internacionales y sociedad civil acudieron al llamado de ayuda que medios de comunicación trasladaron y las donaciones empezaron a llegar.

Insumos de higiene personal, ropa, zapatos, medicinas y alimentos preparados siguen llegando a Casa del Migrante en donde los hondureños han encontrado un refugio y un respiro durante el viaje que emprendieron.

“La ayuda llegó de inmediato, los voluntarios llegaron y el trabajo no ha parado, ellos se organizan en turnos, pero Casa del migrante está trabajando las 24 horas del día para atender a los hermanos hondureños y estoy muy agradecido por la ayuda que ha dado el pueblo de Guatemala”, resaltó el Presbítero.

SIN APOYO GUBERNAMENTAL

Ante los rumores que señalaron a la caravana de migrantes de causar gastos al Estado de Guatemala, Verzeletti aclaró que toda la ayuda que ha llegado ha sido voluntaria y el Gobierno no ha participado de forma activa para atender a los migrantes hondureños que fueron acogidos por Casa del Migrante.

A criterio del presbítero, si el Estado incurrió en gastos al desplegar fuerzas de seguridad para retener a los migrantes que gozan de un derecho universal que es el derecho a migrar, fue para responder a intereses y presiones políticas del Gobierno estadounidense.

“Ellos están viajando con sus propios recursos y las miles de personas que hemos atendido en Casa del Migrante hasta hoy, fueron atendidas gracias a la ayuda voluntaria que recibimos”, acotó director de Casa del Migrante.

Verzeletti dijo que “en Guatemala tenemos palabras pero no tenemos políticas de desarrollo humano integral, queremos que nuestros países cambien la forma de hacer política, que sea una política incluyente para todos”, indicó.

MIGRANTES CONTINÚAN LLEGANDO

El mayor grupo de hondureños llegó el miércoles a Casa del Migrante y salió rumbo a la frontera de Guatemala con México esperando que les permitan el paso para llegar a Estados Unidos. Pequeños grupos aún continúan llegando a Guatemala para unirse a la caravana. Personal de Casa del Migrante indicó que aunque ya no se quedan el mismo tiempo que los grupos anteriores, siguen siendo atendidos con alimentos, ropa y zapatos que les permitan continuar con el viaje.

Santos Ismael llegó el viernes a Casa del Migrante junto a otros hondureños que buscan unirse a la caravana. Cansado, con dolor en sus pies pero con mucha ilusión, espera que su esposa María Juana Martínez sepa a través de los medios que se encuentra bien y que continúa con su camino hacia Estados Unidos.

Santos agradeció la atención recibida por parte de Casa del Migrante y a los guatemaltecos que lo apoyaron durante su camino. Además, agregó que en Honduras se dedicaba a la albañilería, pero el trabajo es escaso y el dinero no alcanza para mantener a familia y por eso decidió migrar junto a los miles de hondureños que esperan cruzar la frontera mexicana y continuar su camino hacia Estados Unidos.

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