Primera parte

José Manuel Monterroso
Académico docente

A casi 43 años de que saliera a la luz, y a pocos días del estreno de la película con el mismo nombre (un “biopic” de su autor), esta canción sigue dando de qué hablar y haciendo correr la tinta sobre el papel. Como bien lo dijera Freddie Mercury, “Es una de esas canciones que tienen un aura de fantasía alrededor. Yo creo que la gente debería solo escucharla, pensar en ella, y luego descifrar qué es lo que les está diciendo… ‘Bohemian Rhapsody’ no salió de la nada. Investigué un poco, a pesar de que fuera una ópera medio humorística”.

Dividido en tres entregas, es mi deseo compartir con ustedes este ensayo sobre la canción Bohemian Rhapsody. En la primera, haré un análisis de la canción como tal, esto es, de sus posibles orígenes y del porqué de su título. En la segunda, me permitiré presentar un análisis de la estructura interna y del contenido profundo de la composición. Por último, en una tercera entrega, haré un parangón de la inmortal obra de Queen con dos obras de gran renombre en la literatura universal.

El origen de estas líneas se remonta a unos meses atrás. Entre tantos y tantos archivos que se comparten por medio de las redes sociales, en este caso el WhatsApp, un buen amigo me envió un video que acaparó mi atención y se convirtió en el motivo inspirador del presente análisis. El video en mención no es más que la interpretación hecha por un grupo coral, integrado por 80 niños y niñas, de la legendaria canción de Queen, Bohemian Rhapsody. La versión de dicha canción se presentó en el formato televisivo Got Talent, realizado en Georgia, un pequeño país situado en la costa del mar Negro, entre Europa Oriental y Asia Occidental. Aunque el video da para escribir un extenso análisis interpretativo, no es mi intención hacerlo en esta oportunidad. Sin embargo, sugiero a quienes deseen verlo que lo busquen en YouTube bajo el título Georgias got talent – Bohemian Rhapsody.

No obstante lo interesante que me pareció dicha versión, mi análisis será sobre la original composición de Bohemian Rhapsody, compuesta por el vocalista, líder y pianista del grupo Queen, Freddie Mercury. La misma fue incluida en el disco “A Night At The Opera” y fue publicada el 31 de octubre de 1975. Lo más curioso es que esta composición musical sigue estando inmersa en un halo de misterio, especialmente cuando se pregunta acerca de su significado y el motivo de su composición. Sin duda alguna, esto permanece como el gran secreto que su autor nunca quiso revelar y que prefirió, afortunada o desafortunadamente, llevárselo con él a la tumba.

Puede ser que la canción como tal no sea del beneplácito de algunos que lean este artículo o que simplemente no la hayan escuchado con el detenimiento necesario para captar la grandeza que encierra. En todo caso, es innegable que la composición, dentro de la historia de la música, es algo más que una simple canción y que, sobre todo, es una verdadera obra de arte.

Solo abordándola como arte se puede descubrir en ella una caleidoscópica realidad y que puede ser vista desde distintas perspectivas. En esto, a mi criterio, radica la grandeza del arte: dar la libertad a quien lo aprecia de recrearlo. En este sentido, resultan muy reveladoras las palabras que más de alguna vez dijo Freddie Mercury cuando se le preguntó sobre el sentido y contenido profundos de la canción: «Es una de esas canciones que tiene ese sentimiento de fantasía. Yo creo que la gente debería solo escucharla, pensar en ella, y luego descifrar qué es lo que les está diciendo… ‘Bohemian Rhapsody’ no simplemente salió de la nada. Investigué un poco, a pesar de que fuera una ópera medio humorística».

Puesto que no soy músico, aclaro que no haré una reseña de esta obra de arte como tal, sino acerca del motivo que le dio origen. Muchos han dicho que Bohemian Rhapsody no es más que un desvelamiento de los problemas personales –especialmente de índole sexual– del propio autor, Freddie Mercury. Quienes así piensan, sostienen que la canción es el anuncio más claro del autor “de su salida del closet”. Otros, movidos por un criterio más simplista, dicen que más bien es un diálogo, dividido en partes, de un asesino perseguido por los demonios.

En todo caso, el propósito de esta reseña no es cuestionar tales teorías interpretativas, sino más bien propiciar un acercamiento a la obra desde una perspectiva literaria. Para ello, como ya se dijo al inicio, empezaremos por hacer un análisis del origen y estructura de esta obra de arte.

EL PORQUÉ DEL TÍTULO DE LA CANCIÓN

En primer lugar, debe indicarse que se llama “Rhapsody” porque, efectivamente, es una “rapsodia”, es decir, una pieza musical que, según el DRAE, está formada con fragmentos de otras obras o con trozos de aires populares y cuya principal característica es que no hay interrupción entre un fragmento y otro. Freddie Mercury sabía mucho de música y sus composiciones están pensadas con un fin muy claro. No hay que olvidar que Freddie empezó a tocar piano desde los seis años y que era conocedor, por ejemplo, de la música de Franz Liszt, un compositor romántico del siglo XIX, originario de Hungría, considerado hasta hoy como el creador de la rapsodia. No es de extrañar, entonces, que Bohemian Rhapsody la haya hecho inspirado en alguna de las 19 Rapsodias húngaras con un propósito y criterio muy bien definidos. De ahí, sin duda alguna, el título que le dio a su composición.

Por otra parte, la palabra “bohemia” tiene dos acepciones que guardan relación con el formato y contenido de la canción. Por una parte, este término hace referencia a una forma de vida que se aparta de las normas y convencionalismos impuestos por la sociedad. Empezando porque nadie se atrevía a hacer una composición musical tan extensa (5:55) y siguiendo por la combinación de ritmos y estilos musicales tan opuestos entre sí, la canción rompe abruptamente con los convencionalismos no solo de la época sino, incluso, de nuestros días.

Por otra parte, contrario a lo que suele pensarse, este término no es un adjetivo calificativo sino más bien un gentilicio. Fausto, el personaje principal de la obra de Goethe, está inspirado o basado en un hombre cuya existencia es histórica, conocido como el doctor Johannes Faustus. Según se cuenta, este extraño personaje vivía y le entregó su alma al diablo en un lugar llamado Bohemia, región de la República Checa. De ahí el nombre Bohemian, es decir, originario de Bohemia.

Como se puede colegir muy fácilmente, ambas acepciones del término cobran un significado especial para determinar el porqué del título de la canción de Queen. En primer lugar porque está claro que la canción rompe con el dominio del establishment y, por otro, porque nos sirve para aclarar que el título −“rapsodia bohemia”−, no fue puesto por casualidad. Es, en efecto, una composición musical compuesta por varios fragmentos sin interrupción y cuya ubicación geográfica, Bohemia, tiene relación con el lugar de origen del personaje principal del cual se habla en la obra. Esto último es ya un adelanto de la tercera parte de este trabajo, es decir, del parangón con dos obras de la literatura universal; en este caso, con Fausto, de Goethe.

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