El Senado de Estados Unidos se preparaba para un crucial voto preliminar mañana sobre la tambaleante nominación de Brett Kavanaugh a la Corte Suprema. El líder de la mayoría de la cámara, Mitch McConnell, fijó el calendario para que los divididos legisladores decidan en una batalla marcada por las crecientes tensiones políticas sobre la temporada de elecciones. La votación de confirmación podría tener lugar durante el fin de semana.

POR ALAN FRAM Y LISA MASCARO
WASHINGTON /AP

McConnell, republicano por Kentucky, consolidó el proceso anoche, horas antes de que el FBI entregase al expectante Senado su informe, que podría ser decisivo, sobre las denuncias de que Kavanaugh abusó sexualmente de mujeres. Con los republicanos aferrados a su estrecha mayoría de 51-49 y cinco senadores -tres de ellos republicanos- todavía con dudas sobre el sentido de su voto, las posibilidades de que el jurista conservador sea confirmado por la cámara no parecían claras y dependen, en parte, del contenido del documento, que se supone que será secreto.

“Habrá tiempo suficiente para que los miembros revisen y sean informados sobre el material suplementario” antes del voto de mañana, señaló McConnell en una sala prácticamente vacía.

El presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado, Chuck Grassley, tuiteó en la madrugada del jueves que tenía el reporte: «Se ha recibido el archivo de antecedentes suplementario sobre el juez Kavanaugh».

La Casa Blanca señaló que los senadores tenían “suficiente tiempo” para revisar el documento y votar sobre Kavanaugh.

«Con esta información adicional, la Casa Blanca confía plenamente en que el Senado votará para confirmar juez Kavanaugh para la Corte Suprema”, dijo el vocero Raj Shah.

Estaba previsto que los legisladores comenzasen a leer el reporte del FBI ayer durante la mañana. Los senadores y un pequeño grupo de asesores podrán ver el documento en una sala segura del complejo del Capitolio. En teoría, los senadores no deben divulgar el contenido de los informes de antecedentes de la agencia.

El reporte llegó a un Capitolio notablemente tenso, tanto por lo que hay en juego en el terreno político con la nominación como por los manifestantes contrarios a Kavanaugh, que habrían acosado a los senadores. Avivando esa sensación de ansiedad, una cantidad inusualmente elevada de agentes impedían que manifestantes y periodistas se acercasen a los senadores rodeándolos mientras caminaban por los corredores.

Ante las quejas de que algunos legisladores estaban siendo confrontados en el exterior de sus casas, McConnell afirmó en el Senado que los manifestantes formaban “parte del esfuerzo organizado” para hacer fracasar la nominación de Kavanaugh.

«No hay ninguna posibilidad en el mundo de que nos asusten por cumplir con nuestro deber”, afirmó.

Para sumar más incertidumbre al proceso, los tres senadores republicanos indecisos que podrían decidir el futuro de Kavanaugh reprendieron al presidente, Donald Trump, por burlarse de una de las mujeres que acusaron al juez, Christine Blasey Ford, imitando sus respuestas durante una dramática audiencia de la Comisión de Asuntos Jurídicos la semana pasada.

«Yo le diría que no lo haga. No está ayudando”, señaló la senadora por Carolina del Sur Lindsey Graham, aliada de Trump.

El líder de la minoría en el Senado, el legislador demócrata por Nueva York Chuck Schumer, apuntó que los insultos del mandatario marcaron un “nuevo mínimo”.

A excepción de las filtraciones, no estuvo claro cuánto del reporte del FBI se hará público o si llegará incluso a desvelarse. Aunque los senadores de ambos bandos se mostraron conformes con revelar al menos algunas partes del documento, se supone que los controles de antecedentes de la agencia sobre los nominados son confidenciales.

En una muestra más de las crecientes tensiones, los demócratas sugirieron que las verificaciones previas del pasado de Kavanaugh efectuadas por el FBI podrían haber omitido las conductas dudosas del juez.

Los demócratas escribieron Grassley cuestionando un tuit publicado el martes por parte de los asesores republicanos que decía que en las investigaciones previas no se halló ni «un indicio de NINGÚN asunto relacionado de ningún modo con un comportamiento sexual no apropiado o con abuso de alcohol”. Los demócratas señalaron que el mensaje de los republicanos contenía información que «no es precisa”.

Los republicanos del comité tuitearon como respuesta que su mensaje anterior en la red social era “completamente cierto” y acusaron a los demócratas de “pruebas falsas”.

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