Ayer la Presidenta de la Corte de Constitucionalidad se comunicó con La Hora para jurar y perjurar que no es una profesional indecente y que no está tratando de ayudar al Presidente, quien la nombró para el cargo, retrasando el envío de su voto razonado. Por ello no se ha podido notificar al Ejecutivo de la resolución que adoptó la CC, con su voto en contra, aclarando de manera muy específica el sentido de la resolución que permitía el retorno al país del Comisionado de la CICIG Iván Velásquez.
Dijo que era un voto que tenía que razonar muy bien y que por ello se estaba tomando su tiempo, pero casi al mismo tiempo un abogado en un programa de televisión dijo que ya había leído el voto razonado de la magistrada Presidenta Dina Ochoa y que con base en el mismo podía afirmar que se trataba de una resolución ilegal. Al margen de cuáles puedan ser los argumentos del voto razonado, todo indica que antes de enviarlo a la Secretaría General de la Corte para que procediera a hacer las notificaciones, la funcionaria judicial dispuso compartirlo con los personajes del Pacto de Corruptos, lo que deja muy mal parado el pundonor que la abogada quiso mostrar cuando habló a La Hora al respecto del atraso en el envío de su voto.
En consecuencia se puede sospechar, por lo menos, que sí hubo retardo malicioso en el proceso de esta Aclaración del Amparo presentado por el licenciado Alfonso Carrillo, pues la única manera de que particulares tuvieran en su poder el voto razonado y que la Corte no lo conociera es que la misma magistrada Dina Ochoa lo retuviera para compartirlo con su gente, siendo así falso lo que nos dijo de que no lo había terminado y que al nada más hacerlo lo entregaría para que se pudieran realizar las notificaciones respectivas.
Si en materia de Amparo todas las horas y días son hábiles es precisamente por la agilidad que hace falta cuando está en peligro alguna garantía o derecho y de esa cuenta los trámites son expeditos para protección de los particulares que puedan ser agraviados por alguna resolución de la autoridad. Entendiendo el espíritu del Amparo, es fundamental que los magistrados operen con celeridad y no con la parsimonia que muchas veces caracteriza a nuestro sistema de justicia pero nunca, en ningún caso, se debiera dar que el voto razonado que no ha sido conocido ni siquiera por el resto de los magistrados sea compartido con terceros turbiamente.
*Editorial modificado porque luego de publicado se conoció que el magistrado Neftaly Aldana ya entregó su voto razonado.