Danilo Santos

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Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Danilo Santos

Qué no se dan cuenta que están siendo utilizados por militares retrógrados, neopentecostales fundamentalistas, empresarios y la clase corrupta (porque ya se volvió una clase) enquistada en el Estado. Las creencias religiosas de cada persona deben ser respetadas, así como la separación del Estado y la religiosidad. Bajo esta mentira de “Vida, Familia y Libertad” están cayendo de incautos defendiendo la impunidad centenaria de los que han labrado en mentes y corazones que hay que ser sumisos y obedecer los designios divinos que los “representantes” de Dios en la tierra nos mandaten.

En ninguna iniciativa de ley de las que se discuten en comisiones y pleno del Congreso se impone el aborto, eso es mentira, se plantea como una alternativa a la imposición de un embarazo no deseado en niñas y adolescentes, fundamentalmente cuando es por violación. Eso de vamos por las dos vidas es demagogia. Esas dos vidas, la de una niña de entre 10 y 13 años, y la de su bebé, están en peligro durante todo el embarazo, y si este llega a término, luego son estigmatizadas, abandonadas, segregadas. Es decir, su lema es por demás falaz.

Unir el conservadurismo y cerrazón de los dizque “Pro Vida” con la estúpida decisión del presidente Morales de no renovar el mandato de la Comisión de la Impunidad en Guatemala, y además, hacerlo bajo la bandera de la “la vida, la familia formada por hombre y mujer, y elecciones libres y no intervenidas”; dice mucho de lo que está de fondo: a católicos, y principalmente a evangélicos, los están utilizando para que una clase política opaca y corrupta se perpetúe en el poder.

Si el señor Morales tiene desavenencias con el señor Velásquez, qué tiene que ver eso con la CICIG, porque lo que está haciendo en nombre del Estado de Guatemala es una bofetada a Naciones Unidas, no a una persona individual. Cerrar filas y apertrecharse en las fronteras jurídicas nacionales y territoriales, solo traerá vicisitudes a los que nos quedamos después del mandato del cómico que hoy nos mete en un lío nacional e internacional.

Si antes hablábamos de polarización, hoy podemos hablar de confrontación de manera abierta. Logró Morales llevar el rechazo a la corrupción al campo del patrioterismo y la soberanía nacional, de los que están con Dios y los que están contra él.

El fondo del asunto son las elecciones 2019, en todos los discursos lo mencionan y se proclaman vencedores; espetan a la izquierda no haber ganado ninguna y que esta tampoco la ganaran. Se les olvida que la democracia es inclusiva y no una cuestión de aplastar a los demás, aunque ganara la izquierda, estaría en harta obligación de incluir a los que no profesen su sistema de ideas. Bien entonces, no se trata de izquierdas ni derechas, no se trata de creyentes o no creyentes. Se trata de políticos aprovechándose de la fe de unos y otros, del embrutecimiento general, del enfrentamiento histórico en defensa del patrón níveo y todo poderoso.

No se dejen engañar, separen a Dios de la política y no obliguen a las niñas a hacer lo que quisieran para sus hijas.

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