Juan Francisco Reyes López
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La selección de un candidato puede ser determinante, al escogerse como presidenciable a Alfonso Portillo, aunque recientemente se había incorporado al FRG, fue sumamente importante en esa campaña.
Sin embargo, el binomio políticamente no era lo más balanceado, culpa de ello fue que cuando se me propuso inicialmente ser el candidato vicepresidencial manifesté que prefería continuar siendo diputado, obligando al partido a escoger un buen hombre pero con poca carrera política y poca experiencia nacional.
Ese aspecto lo corregimos en la siguiente elección donde Alfonso y yo obtuvimos un gran respaldo popular en todos los distritos incluyendo la capital, por lo que Óscar Berger, Arabella Castro, que eran los candidatos del PAN, fueron superados en la primera vuelta y en la segunda de forma amplia.
También se comprobó que los candidatos a diputados del FRG eran excelentes figuras políticas, por lo que en esa segunda elección el Congreso quedó integrado por 64 diputados del FRG, lo que le otorgó mayoría parlamentaria.
Ser electo es una cosa pero gobernar para el pueblo es otra, lo que el binomio presidencial y el Congreso supieron hacer.
Las evidencias son varias, entre ellas el haber controlado los precios de la canasta básica alimenticia, haber aumentado cuatro veces el salario mínimo, cada vez más del 15%, hecho que no se ha repetido en la historia política.
Además, haber restablecido la tarifa social eléctrica y haber sabido controlar los precios de los derivados de petróleo. En otras palabras, se gobernó para la mayoría, respetando a los grupos de poder.
Como suele suceder, también en el gobierno se producen intrigas, y una de ellas, producto de acciones de Anabella de León y Napoleón Rojas se enfocaron en contra de la Vicepresidencia de la República, para así evitar su actuar y su poder.
Al final, el gobierno del FRG, aun cuando la candidatura del general Efraín Ríos Montt merecía toda la simpatía política, se tomó la decisión inadecuada que los miembros del Organismo Ejecutivo no participaran individual o colectivamente en apoyar la candidatura del binomio de Efraín Ríos Montt y Edín Barrientos, considerando que así el grupo de Zury Ríos cobraría más espacios políticos.
El jueves negro y el pésimo actuar en el Seguro Social fueron el talón de Aquiles que colocó al FRG y a Ríos Montt en la tercera posición de la elección, aun así 43 diputados del FRG quedaron electos.
En ese momento, al reiniciarse el nuevo gobierno encabezado por Óscar Berger, electo a propuesta de tres partidos de absoluta tendencia empresarial, Marco Tulio Sosa Ramírez presenta una improcedente denuncia en mi contra, sustentada en la falacia que en lo personal había actuado para apropiarme de terrenos del Patronato Antialcohólico, hecho que es ilegalmente avalado por el recién nombrado Fiscal General, Juan Luis Florido.
La acción no fue contrarrestada por la dirigencia del FRG, motivo por el cual mi defensa es una acción totalmente personal, aun cuando como se lo manifesté personalmente en una visita que el general Ríos Montt hiciera a mis oficinas, acompañado de Arístides Crespo, Mario Rivera, Haroldo Quej, Iván Arévalo y otros miembros del comité ejecutivo, que yo lamentaba esa actitud y consideraba que se continuaba cometiendo el error de pensar en Zury Ríos y su pequeño grupo de miembros de apoyo encabezados por Luis Fernando Pérez y que destruirían lo que era y había sido a nivel nacional el FRG.
Por ello, también públicamente renuncié al FRG, no así a los principios que el mismo sustento durante muchos años.
¡Guatemala es primero!
Continuará…