Lima
Agencia (dpa)
La nueva novela de la galardonada escritora colombiana Laura Restrepo, «Los Divinos», está inspirada en un hecho real que sacudió a su país en 2016: la violación y el asesinato en Bogotá de una niña indígena de siete años por parte de un arquitecto proveniente de una familia acaudalada.
No obstante, según le explicó Restrepo a dpa en una entrevista en Lima, «Los Divinos» no es la narración periodística del hecho, sino que recrea un mundo propio para «escarbar» en la violencia contra las mujeres y resaltar que esos crímenes atroces son solo «la punta del iceberg» de un problema más profundo y complejo.
«Al protagonista me interesaba verlo desde la infancia. Me interesaba ver cómo son (los violentos) con sus madres, novias, esposas, amigas, o con las prostitutas. Ver cómo empieza esa educación en que a la mujer se la desprecia y maltrata y como eso está casi incorporado al aire», afirmó la escritora.
«Lo que revela cada uno de estos crímenes son sociedades donde la discriminación, la jerarquización y el desprecio son imperantes», agregó Restrepo, para quien es importante que el fenómeno se haya vuelto visible con una ola de denuncias y que se le esté exigiendo resultados a «una justicia patriarcal».
La novelista destacó que los casos de violencia contra la mujer tienen patrones similares porque coinciden en las razones de fondo y mencionó como ejemplo los parecidos entre «Los Divinos» y el caso emblemático en España de «La manada» (como se conoce a los cinco hombres acusados de violar en grupo a una joven y condenados por un delito de abuso sexual) a pesar de que la novela fue escrita antes de que estallara el caso.
Para Restrepo, autora además de novelas como «La isla de la pasión», «La novia oscura», «Delirio» y «Hot sur», la violencia contra la mujer se enmarca también en la violencia contra los más pobres, los indígenas y en general los más vulnerables.
El asesinato de la niña generó una intensa movilización en Colombia y llevó a cientos de miles de personas a exigir justicia en las calles. El asesino quedó atrapado por la reacción popular y hoy cumple una condena de 58 años de cárcel sin derecho a beneficios.