Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Cuando uno ve la realidad que está ocurriendo en Nicaragua y cómo nuestro Gobierno ha respondido a la crisis y a eso le sumamos lo que está ocurriendo aquí en el plano doméstico, no puede dejarse de preguntar si en Guatemala algunos en la clase política, algunos jueces, algunos sindicados y particulares aspiran llegar a la situación del país centroamericano.
Daniel Ortega está en una férrea lucha por consolidar su poder y está dispuesto a todo porque, entre otras cosas, sabe que al salir de la Presidencia su futuro natural debería ser la cárcel y por eso está dispuesto a todo (incluido matar) y a enfrentar a quien sea necesario para lograr la perversa consolidación de un matrimonio nefasto (juntos con sus roscas) para el país y el mundo.
Por el otro lado, Guatemala ha fijado una errática postura desde el inicio de la crisis. Se tardó una eternidad en pronunciarse para condenar la barbarie, mantuvo las relaciones con Nicaragua y ahora se abstuvo de votar en la OEA por la conformación de una comisión bajo el pretexto, como dicen aquí de la CICIG, que no desean injerencia extranjera.
Nuestras autoridades no desean que nadie se meta, pero son muy complacientes ante los asesinatos y la impunidad que busca la dupla Ortega – Murillo y es que quizá estiman que en un futuro cercano estarán en las mismas (reprimiendo a la gente) y que no desean ser medidos con la misma vara o afectados por las mismas medidas.
No es secreto para nadie la situación que atraviesa el presidente Jimmy Morales y el papel que han jugado sus ministros de Relaciones Exteriores y Gobernación y tampoco son coincidencia algunas de las cosas que se han dado desde el Congreso y desde algunos espacios en el Organismo Judicial, pues están tratando de engrasar la máquina para que funcione a su gusto.
El mandatario se deshace con el Ejército, tienen el control de la PNC, desde el OJ y Congreso quieren quitar al PDH y andan buscando cómo logran aniquilar los 3 votos de la Corte de Constitucionalidad. Viene la elección de Contralor de Cuentas y buscarán que solo le dé finiquitos a quien se comprometa con el Pacto de Corruptos, elecciones, renovación del mandato de la CICIG y designación de magistrados en el OJ, así que para lograr los objetivos deben tratar de consolidad la dictadura de la corrupción como Ortega y Murillo.
Hay mucha desesperación en algunos porque están teniendo que ser un poco más burdos y descarados para operar y así intentar lograr los resultados. Hemos tenido retrocesos en aspectos claves, como la PNC y los ciudadanos debemos atinar a ponernos de acuerdo en los mínimos.
Si no tenemos la capacidad social de alcanzar acuerdos, construir confianza (con hechos y no palabras) y alcanzar la agenda mínima para evitar la consolidación del Pacto de Corruptos y la Dictadura de la Corrupción, nos podremos empezar a ver en el espejo de Nicaragua porque nos llegarán esas fatídicas horas que hoy pasan los hermanos nicaragüenses.