Veinte años después
Entrevista a Gad Echeverría
Pablo Sigüenza Ramírez
Ingeniero agrónomo, antropólogo y escritor
Durante la segunda mitad de 1998, Gad Echeverría y Rony Hernández, dos cantantes de la trova en el país, grabaron, junto a músicos de gran calidad, un hermoso disco llamado Novilunio. El disco es poesía hecha canción, paisaje de la guatemalidad diversa anclada a la ancestralidad de sus pueblos y a la dignidad de su lucha cotidiana. Con motivo de cumplirse dos décadas del lanzamiento de aquel material, compartimos esta remembranza hecha junto a Gad Echeverría, productor musical, arreglista, teclado y voz de esa bella producción.
Pablo: Novilunio es un disco que conseguí en el año 1999, cursaba el cuarto año en la universidad. Lo escuché mucho, me lo sé todo y aún recurro a sus canciones con bastante frecuencia. El disco fue un gran aporte al registro de la música escrita por poetas y compositores guatemaltecos. Gracias por eso, Gad. ¿Cómo surgió la idea de hacer este proyecto?
Gad: Cuando hicimos el disco, yo trabajaba en la Bodeguita del Centro con Rony Hernández; teníamos un dúo. La Bodeguita fue un lugar muy simbólico en Guatemala; quizá el primer lugar alternativo de canción trova. Cantábamos un repertorio que recorría la música de protesta y de cantautor de distinto países de América Latina y España. Había un amigo que asistía reiteradamente a los conciertos y en una ocasión se apareció con un familiar. Conocimos entonces al que sería el productor ejecutivo del disco, José Cirano Ruiz. Al final de velada nació una amistad y también nació el proyecto de realizar el disco juntos.
Pablo: Contanos, ¿cómo fue el proceso de grabación?
Gad: Aquel día se produjo el mechazo que encendió todo. Era el mes de julio y nos propusimos tener listo el disco ese mismo año. Tocó ponernos a trabajar con muchas ganas. Yo, como productor musical, me di a la tarea de escoger la música y cuidar todo el proceso de grabación. Se realizó una inversión en un teclado que costó alrededor de Q22 mil, se pagaron músicos excepcionales, se pagó el tiempo en un buen estudio. Generamos condiciones para que el disco fuera un resultado con mucha calidad.
Pablo: De las canciones que forman parte del disco, ¿cuáles cantaban con anterioridad al proyecto de Novilunio?
Gad: En el repertorio que teníamos con Rony cantábamos Alas de Libertad y Novilunio. Las otras fueron una búsqueda que realizamos en aquellos meses.
Pablo: ¿Con qué criterios escogieron los diez temas que conforman Novilunio?
Gad: Queríamos que fuera un disco representativo de los cantautores guatemaltecos de ese momento. No tenía mucho sentido o mucha trascendencia hacer un disco de covers. Los covers están bien para amenizar una fiesta, pero no para grabar un disco. Tienen su parte creativa si lográs hacer algo bueno, una nueva versión de la música, que era lo que nosotros hacíamos. Pero cuando se da la oportunidad pensamos que lo mejor era hacer un disco de música guatemalteca, de autores guatemaltecos.
Pablo: Contanos un poco más del proceso de selección de las canciones.
Gad: Nos esforzamos para que fueran temas representativos como Novilunio, canción que 8 años antes habíamos grabado con el grupo Canto General. Canciones como Alas de Libertad que se escuchaba mucho dentro del movimiento estudiantil: escrita por Rufino Cabrera, amigo que vive en Chile. Otra canción escrita por él se llama La Esperanza y está en el disco. Después buscamos temas de Fernando López; había un tema muy bello llamado Te Recuerdo Patria. Incluimos la musicalización que hizo Fernando de un poema de Miguel Ángel Asturias. Luego un poema de Humberto Ak’ab’al que yo musicalicé.
Pablo: José Chamalé escribe la letra de la canción Novilunio, pero en el disco hay dos temas más de él.
Gad. Sí, incluimos un tema de José Chamalé que ha tenido mucha aceptación entre el público guatemalteco: Abuelo. En el disco está Dame más tiempo vida, un poema del desaparecido Roberto Mozón. A mí me gustaba mucho la musicalización que había hecho Rony del poema. Nocturno es otro tema de José Chamalé que también habíamos grabado con Canto General. Y El Flautista que es una supercanción de Giovanny Pinzón. Así logramos juntar los diez temas. Luego ya me tiré yo a prisa a trabajar, incluso un poco contra el tiempo. Pero había que agarrarlo en caliente.
Pablo: ¿Qué significó para vos este disco?
Gad: Con Canto General hicimos dos discos, en el 89 y en el 91. Yo fui el arreglista y el director musical de Canto General y siempre tuvimos la ilusión de retomar el trabajo con el grupo pero estábamos en una crisis de creatividad. Creo que nos afectó el cambio surgido con la caída del Muro de Berlín, hubo un desencanto globalizado y fuimos víctimas en un momento en que sentíamos que ya no teníamos a qué cantarle. Entonces el disco para mí fue como reencontrarme con la producción y volver a vivir esa magia como de escribir un libro. Parir un disco es como escribir un libro, te genera ansiedad, te genera estrés, un trabajo de la gran diabla, es como un parto.
También significó para mí cerrar un capítulo de vida, pues yo estaba a punto de concluir la relación musical con Rony al año siguiente. Mis aspiraciones musicales se mantenían dentro de la música con sentido, pero buscaba otros autores en la música brasileña y otras fuentes. Decidí separarme de la Bodeguita y entonces el proyecto de Novilunio se constituyó en la culminación de una etapa de mi vida.
Pablo: ¿Qué aportes hace el disco a la música guatemalteca?
Gad: En esa época sentíamos que no existían grupos que tuvieran un compromiso y un criterio. Fue un disco orientado al rescate de poesía guatemalteca y al rescate de piezas que eran muy emblemáticas del movimiento estudiantil o piezas que eran referente de la canción guatemalteca. La idea fue aportar lo que hacíamos como músicos. Mucha gente lo valora bastante. Quizá porque hubo mucho esfuerzo en la selección de temas y en hacer una buena grabación.
Pablo: El disco tiene una cadencia muy bien lograda. ¿Cómo se definió el orden de las canciones dentro del disco?
Gad: Cuando uno graba un disco cada canción tiene una intención diferente, tanto en la letra como en la música: hay canciones lentas, hay canciones rápidas. El criterio en el orden tiene que ver un poco con el contenido de la letra, pero lo que guía con más fuerza es la dinámica musical de las canciones. La primera canción del disco fue Novilunio, un poco porque ya habíamos decidido el nombre del proyecto. Fue una idea del productor ejecutivo darle ese nombre al disco. Como productor musical uno siente que algunas canciones quedaron más completas, más redondas y entonces se va buscando la distribución que promueva cierta expectativa en el que escucha: no poner dos piezas lentas juntas, que haya variedad entre una pieza y otra y que vaya formando un sentido dinámico, como en un concierto en vivo. Manejar un poco los estados de ánimo.
Pablo: ¡Y por fin el disco se presentó en la Bodeguita del Centro!
Gad: Hicimos una presentación en la Bodeguita y una en Panajachel. El concierto de Panajachel fue el 31 de diciembre. El de la Bodeguita se debe haber hecho unas dos semanas antes. Estábamos muy contentos con el resultado.
Pablo: Maravilloso tiempo para la poesía contenida en el disco. Gracias Gad por el tiempo de entrevista y felicidades por los 20 años del trascendental proyecto de Novilunio. ¡Que vengan más!
CONTENIDO DEL DISCO:
1. Novilunio, letra de José Chamalé, música de Fernando López.
2. Abuelo, letra y música de José Chamalé.
3. Saqué de mi cabeza tu nombre, letra de Humberto A’kabal, música de Gad Echeverría.
4. La Esperanza, letra y música de Rufino Cabrera.
5. Dame más tiempo vida, letra de Roberto Monzón, música de Rony Hernández.
6. Te recuerdo patria, letra y música de Fernando López.
7. El Flautista, letra y música de Giovani Pinzón.
8. Alas de Libertad, letra y música de Rufino Cabrera.
9. Nocturno, música y letra de Fernando Chamalé.
10. Caudal, letra de Miguel Ángel Asturias, música de Fernando López.
PRESENTACIÓN
Desde el origen de los tiempos la música ha sido compañera de nuestra vida, testigo fiel de los diversos estados emocionales del espíritu: alegrías, tristezas, angustias y esperanzas. Lo invade todo con una suerte de poder mágico. Es un hechizo, decía Nietzsche, pero también un sin sentido, un error cuando falta en nuestra existencia.
Con esa convicción, presentamos a usted la entrevista que el escritor Pablo Sigüenza Ramírez realizó al músico guatemalteco Gad Echeverría. La idea es, más allá de compartir con usted los datos y sentimientos sobre el significado de cumplirse dos décadas del lanzamiento del disco llamado Novilunio, rendir homenaje al esfuerzo de un músico consagrado por años a la creación musical.
El reconocimiento en concreto al arte de Echeverría lo hace el mismo entrevistador al afirmar que “el disco (Novilunio) es poesía hecha canción, paisaje de la guatemalidad diversa anclada a la ancestralidad de sus pueblos y a la dignidad de su lucha cotidiana. Y aún más cuando confiesa que, además de saberse bien la letra de las canciones, recurre todavía a ellas con bastante frecuencia. “El disco fue un gran aporte al registro de la música escrita por poetas y compositores guatemaltecos”, agrega.
Junto al artículo central de nuestra edición, le ofrecemos los textos de Víctor Muñoz, Harold Soberanis y Miguel Flores. Cada uno de ellos, desde su especialidad creativa, el cuento y el ensayo, interpretan la realidad para revelarnos dimensiones alternas que pueden ser de su interés. Como todas las semanas, tenemos la ilusión de llegar hasta usted para ser parte de su esfuerzo por la comprensión de un mundo siempre lleno de misterio. Hasta la próxima.