Por ZEKE MILLER y LISA MASCARO/AP
WASHINGTON
Abrumado por las críticas a su desempeño ante uno de los rivales más añejos de Estados Unidos, el presidente Donald Trump intentó “aclarar” el menoscabo público que hizo a las agencias de inteligencia estadounidenses y afirmó que se había expresado erróneamente cuando dijo que no veía razón alguna para creer que Rusia había interferido con las elecciones de 2016.
«La oración debería haber sido, ‘No veo ninguna razón por la que no lo haría, o por qué no sería Rusia’ en lugar de ‘por qué lo haría’”, dijo Trump, en una rara aceptación de un error por parte del mandatario estadounidense.
Su comentario se produjo en medio de una andanada de críticas, incluso de su propio partido, y aproximadamente 27 horas después de su primera declaración, la cual realizó en una cumbre en Helsinki junto al presidente ruso Vladimir Putin.
“Acepto la conclusión de nuestra comunidad de inteligencia sobre que hubo una injerencia rusa en las elecciones de 2016”, manifestó Trump el martes. Pero agregó, como usualmente lo hace, que “también podrían ser otras personas. Mucha gente por ahí. No hubo ninguna colusión”.
Momentos antes, el líder republicano en el Senado Mitch McConnell emitió un comunicado público dirigido a los aliados de Estados Unidos en la OTAN y en Europa, con quienes Trump tuvo un enfrentamiento durante su frenético viaje a Europa la semana pasada.
“Los países europeos son nuestros amigos, y los rusos no lo son”, puntualizó McConnell.
Las declaraciones de Trump solo abarcaron los últimos comentarios problemáticos del mandatario durante su gira de una semana, en la que provocó que la alianza trasatlántica tuviera una sesión de emergencia y atacó a la primera ministra británica Theresa May mientras lo recibía para una visita oficial.
El líder de la bancada demócrata en el Senado Chuck Schumer dijo que Trump trataba de “zafarse” de sus comentarios hechos junto a Putin. “Son realizados 24 horas demasiado tarde y en el lugar equivocado”, aseveró.
No obstante, Trump sostuvo que su cumbre con el presidente ruso Vladimir Putin fue «incluso mejor» que su reunión con sus aliados de la OTAN.
Esta referencia al éxito diplomático también tenía una doble intención, debido a que las críticas e insultos que realizó en Bruselas y Londres no fueron bien recibidos.
La reacción en Estados Unidos fue inmediata y visceral, tanto la de sus correligionarios republicanos como la de sus críticos de siempre: «Vergonzoso», «ignominioso», «débil», fueron algunos de los comentarios. Hace ver a Estados Unidos «como un pusilánime», dijo el senador republicano Bob Corker.
En el Capitolio, los líderes republicanos dijeron que estaban dispuestos a imponer sanciones nuevas a Rusia pero no mostraron indicios de hacerlo pronto.
“Seamos muy claros para que todos estén al tanto: Rusia interfirió nuestras elecciones”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan. “Lo que pensamos hacer es asegurarnos de que no vuelvan a salirse con la suya y también queremos ayudar a nuestros aliados”.
Schumer, entre tanto, pidió que se realicen audiencias con el secretario de Estado Mike Pompeo y otros altos funcionarios para saber más sobre la reunión a solas entre Trump y Putin.
También exhortó al Senado que elabore una iniciativa para reforzar la seguridad para los comicios de Estados Unidos y que reviva una medida aprobada anteriormente por la Comisión de Asuntos Jurídicos dirigida a proteger la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones.