Marco Tulio Trejo

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Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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Marco Tulio Trejo Paiz

Recientemente comentaba en una de mis columnas que muchos diputados, no todos, llegan a ocupar un puesto de honor, pero que con sus acciones demuestran que no eran dignos para recibir la confianza del pueblo que creyó en sus ofrecimientos y darse cuenta después que solamente ofrecieron para beneficiarse del puesto que ahora ocupan.

Pero es más lamentable que un Presidente de la República, quien se postuló como: Ni corrupto ni ladrón, deje pasar este tipo de hechos, simplemente porque la persona señalada es una diputada, que ha sido beneficiada con una carretera, de dos vías, que tiene un costo de Q1 millón 900 mil, dinero que bien pudo ser mejor utilizado para el desarrollo de comunidades necesitadas.

Será que la diputada Delia Emilia Bac Alvarado, del Bloque Alianza Ciudadana (antes Partido Líder), le tiene la cola machucada al presidente, Jimmy Morales, para que este no tenga la valentía de jalarle las orejas a sus ministros, que se hicieron de la vista gorda, porque era una carretera que beneficiaría a las empresas de la familia Montes Bac.

O será que es el pago, que el presidente Morales tiene que dar al apoyo político que ha recibido del bloque parlamentario al que pertenece Bac Alvarado, que ha votado en contra de la petición de que se le quite la inmunidad al mandatario o bien a favor del denominado “Pacto de Corruptos”, que traía consigo una Ley que permitía eximir a los secretarios generales de los Partidos Políticos, sobre el tema del financiamiento electoral ilícito.

Cómo es posible que personas que hicieron un juramento de lealtad al ser nombrados en puestos tan importantes, como lo es dirigir el destino de una nación, tengan el cinismo de recetarse tremendo proyecto, cuando existen comunidades que tienen, años de años, de solicitar obras de este tipo, para mejorar las vías de acceso a sus comunidades, para poder sacar al mercado los productos que producen y no se les ha concedido.

Por esta y muchas razones más, es que estoy en desacuerdo con que el Congreso de la República, sea el ente que apruebe el presupuesto para el listado de obras del Estado, porque allí es donde, los señores diputados, hacen de las suyas y se recetan negocios redondos o bien de beneficio propio, como el descubierto a la familia Montes Bac, donde hasta se inventaron el nombre de una comunidad para justificar la obra.

La diputada Delia Emilia Bac Alvarado, es una de las parlamentarias que engrosa la lista de más de una decena de diputados, que el Ministerio Público y la CICIG han solicitado que se les retire el derecho de antejuicio, porque existen evidencias de que están involucrados en hechos punibles con las leyes vigentes del país.

Algo también relevante que hay que hacer notar, es que la mencionada diputada ha sido electa por Listado Nacional, un procedimiento electoral que ha sido altamente criticado por la sociedad guatemalteca, porque no le permite al votante saber por quién ha emitido su voto y al final de cuentas se viene a enterar en el momento que toma posesión del cargo.

Es por eso que se hace imperante modificar la Ley Electoral y de Partidos Políticos, para evitar que al Congreso de la República lleguen personajes poco deseables, quienes únicamente compran la curul y no llenan los requisitos para estar en este importante Organismo del Estado.

Pero no solamente la diputada Bac Alvarado es la señalada, también hay otros elementos poco confiables, quienes siguen manchando la institucionalidad del Congreso de la República, lo cual no permite que agarremos vuelo como país, porque estos personajes solamente llegan a llenar los bolsillos, en lugar de pensar, como servidores públicos, que deben estar al servicio de una Nación.

Pero será Juan Pueblo, quién los juzgue en sus comunidades…o será que la tendremos que aguantar en una tercera legislatura, porque al paso que vamos, la mencionada ley, no se ve por donde que vaya a ser modificada por el “honorable pleno del Congreso de la República”.

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