Por JAKE COYLE
NUEVA YORK
Agencia (AP)

La gran estrella de esta temporada de taquillazos de verano no es un dinosaurio, ni un Avenger ni alguien a bordo del Halcón Milenario. Es un mocoso carcajeándose en pañales.

“The Incredibles 2” (“Los increíbles 2”), que la semana pasada marcó un nuevo récord de taquilla para una cinta animada al recaudar 182,7 millones de dólares a su estreno, es una fiesta protagonizada por Jack-Jack, el aparentemente todopoderoso bebé en la secuela de Pixar. La cinta original del 2004 dio indicios de sus superpoderes, pero estos se mantuvieron fuera de la vista de su familia.

“The Incredibles 2”, sin embargo, es una revelación de las capacidades de Jack-Jack. Y tal como los infantes balbucean y se tambalean mientras van conociendo sus habilidades, Jack-Jack lo hace al descubrir su gran abanico de poderes. Un estornudo lo lanza por el techo. La ira lo convierte en un demonio morado. Puede escapar de su cuna simplemente atravesando sus barras.

El New York Times lo llamó “la cereza balbuceante y borboteante de esta golosina”. El Wall Street Journal pronosticó que Jack-Jack podría ser “un producto tan valioso para su estudio como los Minions que se robaron el show en ‘Despicable Me’ de Universal”.

La fiebre por Jack-Jack está pegando. Y eso ha sido especialmente agradable para el Jack-Jack de la vida real, que era tan solo un bebé cuando se estrenó la primera “Incredibles”. El animador de Pixar Tony Fucile, quien supervisó la animación y diseño del personaje para las dos películas, usó grabaciones de su hijo pequeño, Eli, para crear la voz de Jack-Jack.

Eli, ahora de 16 años, está en la extraña posición de protagonizar una de las películas más grandes del año, aunque no pueda recordar haber participado en ella.

“Realmente nunca lo entendí cuando era más joven. Pero con el tiempo me di cuenta de que ‘guau, de hecho estuve en una película muy buena’”, dijo Eli en su primera entrevista. “Ha sido lindo ver todos los comentarios. Supongo que todo el mundo adora a Jack-Jack”.

Eli tenía 10 meses cuando su padre, que colaboró por primera vez con el director de “Incredibles” Brad Bird supervisando la animación de “The Iron Giant” (1999), trabajaba en “The Incredibles”. Su recién nacido parecía el Jack-Jack perfecto.

“De hecho primero diseñamos el personaje y entonces vino al mundo propiamente el ser”, dijo Tony. “Estaba hablando con Brad y le dije, ‘Sabes, Eli ha estado haciendo unos sonidos raros. Es una especie de juerga preverbal (previo al desarrollo del habla) que no para. Se levanta y comienza a hacerlo. Es risas y algo como disperso. Como Stromboli (de ‘Pinocho’)”.

Bird, curioso, le dio a Tony una grabadora y un micrófono y le dijo que lo usara.

Esas grabaciones se han mantenido como los pergaminos del Mar Muerto de Jack-Jack. Proporcionaron la base para la voz del personaje en la primera “Incredibles”, un cortometraje de Jack-Jack e incluso la nueva secuela. Fucile asumió que necesitarían a otro bebé para la segunda entrega, pero el editor Stephen Shaeffer logró sacarle más jugo a las grabaciones originales.

Eli estima que perdió la habilidad de hacer los sonidos de Jack-Jack cuando tenía 9 o 10 años. “Una vez que le cambió la voz, eso se acabó”, dijo Tony. “Desafortunadamente”, agregó Eli.

La trama de “The Incredibles 2” transcurre unos meses después de la cinta original, pero el paso del tiempo ha tenido un efecto curioso sobre el elenco. Dash, el hijo mediano de la familia de superhéroes, fue reemplazado por Huck Milner, un niño de 10 años. En el estreno de “Incredibles 2”, Milner se sintió confundido al conocer a quien hizo la voz de su hermano menor.

Para Tony, los años significaron una segunda oportunidad para animar a Jack-Jack, mejorar sus expresiones faciales y darle algunos poderes que no eran técnicamente posibles hace 14 años. Mientras el proyecto iba avanzando, Jack-Jack fue adquiriendo más y más prominencia.

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