Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
El jueves 19 de abril de 2018 quedará grabado en la historia del país. En horas de la mañana, los entes investigadores anunciaban nuevos hechos en torno al financiamiento electoral del partido FCN-Nación que llevó al poder a Jimmy Morales e hicieron la sindicación a dos personas y la mención de la posible participación de algunos empresarios en financiamiento relacionado a los momentos previos a las votaciones, pero ya terminada la campaña.
En horas de la noche y en el hotel Camino Real, seis empresarios que representaban a los mencionados en aquel momento, salieron a ofrecer una declaración y todavía tengo en mi memoria el titular de nuestra nota que reportaba los hechos: “Empresarios dan un paso al frente, aceptan hechos y asumen compromisos”. El reconocimiento marcó un histórico evento que nos hizo pensar que un futuro mejor estaba más cerca.
Personalmente creo que el haber dado un paso el frente fue un acto de extrema valentía porque aceptar no es fácil, requiere de mucha entereza, pues aunque todos nos podemos equivocar, no todos aceptan con humildad las cosas que no se hicieron bien. A algunos les dije que “ese era el mejor legado que le podían dejar a sus hijos”.
Hoy publicamos la primera parte de una entrevista con el comisionado Iván Velásquez en la que, entre otras cosas, dice: “Para nosotros lo que significó, por ejemplo, que unos empresarios muy respetables en el país asumieran públicamente el reconocimiento de unos hechos que habían alterado la democracia en un momento determinado en Guatemala, nos parece que es un camino importantísimo en ese proceso de construcción del Estado y de la cultura de legalidad.”, (también habló de la razón por la que fueron citados).
Agregó: “Hemos insistido que la investigación criminal, el proceso judicial, no es un fin en sí mismo. Lo que se pretende es que se logre enraizar una cultura de legalidad que nunca debió perderse en ninguno de nuestros países” y por eso es que decía que lo de aquel 19 de abril era clave, porque seguía en la línea con los compromisos que en un evento de GuateÍntegra se asumieron.
Yo que ya viví un proceso penal el año pasado con mi sobrino (el que por cierto se llevó sin impunidad, no como inventan algunos, y en el que se dictó sentencia tras un procedimiento abreviado), sé que las preocupaciones personales y familiares son un factor complicado porque cuando la gente no está familiarizada con los procesos, las cosas se pueden poner muy tensas; pero lo he dicho y lo sostengo, la mejor receta en estos casos que ya hubo aceptación es seguir con humildad y entereza para seguir construyendo un futuro diferente y mejor.
No hay que ser brujo para saber que las presiones en contra de los citados el viernes, para que se arrepientan de lo aceptado son bestiales, y desde la misma Presidencia de la República hasta el Congreso se han dado a la tarea de jugar con los tiempos y con la mente de los señalados, pero los sindicados deben saber que de seguir en la línea iniciada hay salidas que sin propiciar impunidad, deben y serán impulsadas desde la misma sociedad (ladinos, indígenas, pobres, ricos, izquierdas, derechas, hombres, mujeres, población urbana y rural, empresarios, cooperativistas, comerciantes, migrantes, etc.) y llevadas al Congreso ofreciendo salidas a quienes acepten, incluyendo la reforma al 407N, pero sin que sea la carta de los diputados para sembrar miedo e impunidad.
Una vez superado este proceso de forma correcta, se habrá construido confianza y podremos seguir acordando los mínimos de una agenda de Nación que nos permita lograr la Guatemala que deseamos muchos, y en la que los empresarios, como el más pobre de los pobres, son importantísimos.
Mucha suerte para algunos sindicados que son mis amigos, que sus familias tengan paz y ojalá mis colegas abogados les permitan seguir en la ruta digna y valiente que emprendieron en abril.