Madrid
DPA
La plantilla del Real Madrid celebró hoy su décimo tercera Liga de Campeones de fútbol junto a miles de aficionados por las calles de la capital española y en el estadio Santiago Bernabéu.
Confeti, fuegos artificiales y un espectáculo de luces y de sonido coronaron la fiesta del equipo blanco en el Bernabéu después de la tradicional visita a la céntrica plaza de Cibeles. El «We are the Champions» de Queen puso fin a los festejos 24 horas después de la victoria por 3-1 sobre el Liverpool en la final de Kiev.
«Este equipo tiene corazón, tiene hambre y no se cansa de ganar. El techo nuestro está muy alto. Hala Madrid y a por la décimo cuarta», señaló Sergio Ramos, el capitán, ante más de 80 mil personas en el Santiago Bernabéu.
«Decían que era imposible volver a ganar, pero estamos aquí otra vez. Decían que sería imposible conseguirlo de nuevo, pero lo hemos vuelto a hacer», agregó en un espectacular escenario montado sobre el césped del estadio.
Incluso Cristiano Ronaldo, que el sábado insinuó su adiós al equipo blanco hablando en pasado («Fue muy bonito estar en el Madrid») se besó el escudo y se pronunció en presente: «Es un orgullo jugar en el club más grande del mundo».
El portugués fue de los jugadores que más festejaron en Cibeles, plaza a la que la plantilla llegó a bordo de un autobús descapotable. El delantero portugués interactuó con el público todo el tiempo y no soltó el micrófono en ningún momento. «Nos vemos el año que viene», dijo antes de volver a subirse al autobús para dirigirse al Santiago Bernabéu.
El Real Madrid ganó el sábado su tercera Copa de Europa consecutiva, algo que no conseguía ningún equipo desde el Bayern Múnich de Franz Beckenbauer en la década de 1970. Es decir, lleva tres años abarrotando la plaza de Cibeles con la copa más preciada. Quizás por eso no hubo tanta pasión por parte de los hinchas.
«Un poco de energía, que son 13 Copas de Europa. Es una locura», llegó a decir Sergio Ramos en la plaza.