Sandro Botticelli
(1444/1445 – 1510)
Atenea (Minerva en la mitología romana) era la diosa de la guerra y la sabiduría, así como la protectora de las artes. En este cuadro (cerca de 1480), Botticelli la representa en un estilo especialmente provocativo, en que el atrevido vestido enfatiza sus curvas. Sostiene una alabarda (hacha), su atributo como diosa de la guerra; también se le puede identificar por las ramas de olivo que decoran el pelo y la ropa (Atenea creó el olivo cuando luchó contra Neptuno por la ciudad de Atenas, a la que dio su nombre). El centauro, mitad hombre y mitad bestia, retrocede a medida que la diosa se acerca a él y acaricia suavemente su pelo. Parece estar algo afligido, quizás porque la naturaleza civilizadora de Atenea le hace ser consciente de su vileza.
Los anillos entrelazados bordados en el vestido de la diosa son el emblema de la familia Medici de Florencia. Pierfrancesco de Medici encargó esta obra a Botticelli junto con otras dos: Primavera y El nacimiento de Venus (1484-1486).