Un análisis realizado por Mario Herrera, investigador del Proyecto Estado de la Región con sede en Costa Rica, expone de forma preliminar algunas de las consecuencias negativas que podría conllevar para las economías de Centroamérica los cambios en la política migratoria estadounidense, aunque también incentiva a buscar respuestas regionales mediante políticas y proyectos que permitan introducir a los migrantes como dinamizadores de la economía.
POR DOUGLAS GÁMEZ*
dgamez@lahora.com.gt
“Los virajes experimentados en la política migratoria estadounidense, durante la administración Trump, impactarán considerablemente a la región centroamericana en diversas áreas como su economía, demografía, y mercados laborales”, expuso en un comunicado de prensa el Proyecto Estado de la Región.
Además, enfatiza que, la situación migratoria actual de Centroamérica también puede implicar una serie de oportunidades para la región, ya que las “personas que sean retornadas a sus países poseen probablemente educación formal y experiencias laborales distintas a las que tenían cuando dejaron sus países de origen”. El autor del análisis Mario Herrera conversó con La Hora sobre el estudio.
L.H.: ¿Cuándo se realiza el estudio y con qué objetivo?
M.H.: El estudio de esto en realidad es un trabajo bastante sencillo, en el sentido de que queríamos, simplemente, analizar unos datos con miras a entender mejor la situación que está viviendo Centroamérica actualmente sobre todo a raíz del viraje en la política exterior estadounidense específicamente en lo referente al endurecimiento a la política migratoria. Es un estudio simplemente exploratorio para poner en el tapete la discusión sobre las políticas que apenas se van a implementar en la mayoría de los países de Centroamérica de cara a esta nueva realidad. Así surgió la motivación inicial.
L.H.: ¿A qué conclusiones llegaron con este estudio?
M.H.: No quisimos hablar de conclusiones, porque la idea era simplemente llamar a discutir estos temas y poner el tema sobre el tapete para que la región comience un debate público sobre el tema de las migraciones que hoy en día es tan relevante, pero en esta línea sí planteamos dos ideas centrales. Existen hoy en día indicios que apuntan en los próximos años que pudieran incrementar la relevancia de las migraciones intrarregionales de países de Centroamérica hacia otros países de la región. Por otra parte, ante esta realidad también hay evidencia que, si los países pudieran generar políticas a nivel regional, es decir una coordinación con las políticas migratorias de todos los países, estos retos se podrían convertir en oportunidades para fomentar el desarrollo y gestionar adecuadamente estas relaciones en la política.
L.H.: ¿Cómo afectarían las políticas migratorias estadounidenses en sus economías a los países receptores de remesas?
M.H.: En el caso de remesas efectivamente es de los aspectos que levantan mayores preocupaciones sobre todo para el caso de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, ya que en estos países las remesas representan mayores porcentajes respecto al PIB.
Por ejemplo, El Salvador y Honduras en 2016 sus remesas representaban alrededor del 17 por ciento del PIB, en Guatemala un 10 por ciento, son cifras sumamente altas y claramente una reducción en la cantidad de personas que envían estas ayudas podría significar un menor dinamismo para estas economías, esto es más preocupante que otras fuentes de desarrollo económico como es la inversión extranjera directa que es bastante baja en estos países. En El Salvador las remesas son doce veces mayores que la inversión extranjera directa, nos referimos que si los países se logran planificar desde ya lo que se viene de cara a este endurecimiento de la política migratoria estadounidense se podrían palear los aspectos negativos; incluso se podrían incorporar a estos migrantes a las economías de una manera que ayuden a dinamizarlas, ya que por ejemplo, sabemos que se tratan de personas con cierta educación técnica que han demostrado capacidad de aprender otros idiomas y que hoy en día podrían ser una fuerza de trabajo.
L.H.: ¿Cómo evalúan ese impacto económico tomando en cuenta las diferentes realidades entre El Salvador, Guatemala y Honduras?
M.H.: Es un poco difícil poder saber qué va a pasar en estos países en el futuro cercano. A El Salvador se le canceló el TPS a más de 190 mil personas, es evidente que ese país va a recibir un impacto mayor en el corto plazo, de hecho, las personas que han perdido su TPS eran superiores de las que ingresaban de forma legal a EE. UU. de manera que es un flujo sumamente alto, sin embargo, en este momento es difícil hacer predicciones porque no todas las personas que tienen el TPS van a retornar, tienen un plazo para poder buscar un estatus legal en EE. UU. antes de ser deportados.
L.H.: Una reducción de las remesas impactaría en la región ¿Cómo pueden prepararse los países del Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador)?
M.H.: Hay un aspecto central en el mercado laboral, en la medida que ellos –gobiernos– puedan insertar a ciertas personas de forma adecuada en el mercado laboral, pues de esa forma podrían disminuir los aspectos negativos que puede haber. Por ejemplo, son personas –migrantes– que tienen aspectos bastante valiosos para las empresas en las medidas que se pueden implementar políticas de transferencias de información, dinamizar búsquedas de empleos, disminuir los efectos negativos. Por otra parte, –está– la necesidad de coordinar políticas regionales, todos estos países van a recibir un flujo de migrantes altos, –es necesario– que pueda haber políticas de comercio, de tránsito, en corto plazo, enfocadas hacia la economía para reducir estos efectos negativos. Son retos complejos, no nos aventuramos a plantear políticas definitivas, pero nos parece que son debates que los países tienen que empezar a tener:
L.H.: Según lo evaluado ¿Cuáles son las acciones o políticas migratorias estadounidenses que ya han afectado a la región?
M.H.: Uno de los problemas centrales es que ha habido mucha incertidumbre, se han cancelado los TPS ya en El Salvador y Nicaragua. En el caso de Honduras en este momento se está negociando qué va a suceder, pero a la vez hay muchísima incertidumbre, en EE. UU. las políticas migratorias están en debate y se utilizan como moneda de cambio en las negociaciones que realiza el presidente –Donald– Trump con el poder Legislativo, entonces los países no pueden predecir qué va a suceder, por eso también es necesario que los países de forma conjunta elaboren una política exterior con Estados Unidos, para defender sus intereses y para atender los derechos de las personas migrantes, nosotros planteamos en tema de una política exterior conjunta de Centroamérica que pudiera ser central y es un reto muy importante.
L.H. ¿Cómo evalúan la situación de los beneficiarios del DACA?, ya que son otro estatus migratorio en impase
M.H.: El DACA es muy particular, se trata de personas jóvenes, son personas que de retornar a los países de la región tienen potenciales muy altos de poder constituir dinamizadores de la economía. El hecho de que hablen otro idioma ya es suficiente para aportar bastante a las economías de los países, hoy en día sabemos por ejemplo, que en economías como la de Costa Rica y Panamá, solo el hecho de tener una segunda lengua aumenta enormemente en las posibilidades de desarrollo económico en los países, en el caso de estos conocidos dreamers –son– nuevamente un elemento que de ser gestionado adecuadamente en cada país pudieran constituirse en importantes elementos para el desarrollo económico, eso sí como le mencionaba no se sabe con certeza qué políticas irá tomar EE. UU. sobre ellos.
L.H. ¿Por qué es importante considerar los efectos económicos en la región de las políticas migratorias de Estados Unidos?
M.H.: Sobre todo porque todas las economías de la región tienen retos en el ámbito económico muy grandes, por ejemplo, Costa Rica se ha mencionado que es un país, que económicamente tiene algunos buenos indicadores pero enfrenta una crisis muy grande y qué decir de otros países cercanos, Nicaragua, mostró algunos avances en temas económicos pero hoy en día muchas de las ayudas que han permitido mayores índices –remesas de beneficiarios del TPS– probablemente finalicen, en los países del Triángulo Norte conocemos los problemas asociados a altos niveles de pobreza e informalidad. Así que todas las economías tienen importantes datos y un hecho político tan relevante es el caso de Panamá que ha sido la economía más dinámica en años recientes, y podría constituirse y nosotros las mencionamos ahí –en el estudio– en un polo que atraiga a mayores migrantes precisamente por su posición en el ámbito económico.
*Transcripción Lucía Leiva/La Hora
¿Qué es el Programa Estado de la Nación?
El Programa Estado de la Nación es una iniciativa de investigación y formación sobre desarrollo humano sostenible. Pertenece al Consejo Nacional de Rectores (Conare), entidad que agrupa a las cinco universidades públicas de Costa Rica. También cuenta con el respaldo de la Defensoría de los Habitantes de Costa Rica. Desde 1994 brinda para la formulación de políticas públicas y opinión crítica de la ciudadanía sobre temas estratégicos, tanto en Costa Rica como en Centroamérica.
¿QUIÉN ES MARIO HERRERA?
Mario Herrera brinda servicios de consultoría en investigación al Estado de la Justicia y al Estado de la Región. Ha participado como consultor en el Estado de la Nación.
Herrera es licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, donde también cursa el Bachillerato en Economía. Ha colaborado en investigaciones sobre desempeño legislativo, elecciones municipales y política económica.