Por Ignacio Encabo/dpa
Un penal de Cristiano Ronaldo en el último minuto evitó hoy un ridículo de dimensiones históricas del Real Madrid, que se clasificó a las semifinales de la Liga de Campeones de fútbol a pesar de perder 3-1 en su estadio ante la Juventus de Turín.
El equipo italiano iba ganando 3-0 tras un doblete de Mario Mandzukic y otro tanto de Blaise Matuidi, pero cuando la eliminatoria estaba a punto de irse a la prórroga, Lucas Vázquez fue derribado en el área y Cristiano Ronaldo marcó el tanto decisivo en el minuto 98.
Los blancos habían ganado en Italia hace una semana por 3-0 con una exhibición del portugués, pero estuvieron a un suspiro de dilapidar la ventaja. Sólo un penal de Medhi Benatia sobre Lucas Vázquez en el último minuto del descuento evitó la catástrofe del actual campeón.
La Juventus salió con tres delanteros y en un abrir y cerrar de ojos ya había hecho lo más difícil, darle un golpe al mentón al Real Madrid. «Quizás a los cinco minutos hemos metido un gol y el Real Madrid se queda con un jugador menos por expulsión», había dicho en la previa el técnico de la Juve, Massimiliano Allegri. El gol lo tenía, la expulsión no llegaría.
Le costó recuperarse al conjunto de Zinedine Zidane, que pudo sufrir otro tanto minutos después, pero Gonzalo Higuaín se topó con Keylor Navas. Sólo ahí reaccionó el Real Madrid, que acumuló varias llegadas de peligro en los minutos siguientes. Incluso metió un gol por medio de Isco, pero fue anulado por un fuera de juego dudoso.
No estaba fino el Real Madrid, con Jesús Vallejo ocupando el puesto de Sergio Ramos, baja por sanción. Al canterano le costó sacudirse los nervios de la cita: cuartos de Champions y con rivales de la talla de Higuaín, Mandzukic y un escurridizo Douglas Costa que volvió loca a la defensa del Real Madrid.
Aunque no fueron asistencias suyas, los dos goles de la Juve en la primera parte llegaron por su banda. Fueron casi calcados: sin en el primero centró Sami Khedira para que Manduzkic rematara, en el segundo, que llegó en el minuto 37′ el pase fue de Stephan Lichtsteiner. ¿El que cabeceó? Otra vez Mandzukic, otra vez en el segundo palo, otra vez ganándole a Dani Carvajal . El croata, suplente en la ida, fue una pesadilla.
El Real Madrid estaba aturdido ante el ímpetu de la Juve, pero aun así tuvo dos ocasiones clarísimas en el tramo final de la primera parte para irse al descanso lejos de la taquicardia. Isco falló un mano a mano ante Buffon y Varane estrelló un cabezazo en el larguero en el descuento.
Los minutos avanzaban y los nervios no dejaban de crecer. Khedira tuvo una clara ocasión antes de que el Real Madrid se lanzara en tromba. Isco exigió a Buffon desde fuera del área y Varane también pudo meter un gol. Incluso Chiellini estuvo a punto de meterse en propia. Lógicamente, el Bernabéu se encendió. A ver quién ponía cordura a la locura.
Y todavía faltaba lo mejor. Cuando todo apuntaba a la prórroga, Benatia hizo una falta a Lucas Vázquez dentro del área. Ahí estaba la salvación de los blancos. Lo veían tan cerca los italianos, que Buffon incluso fue expulsado por protestar. El gol número 15 de Cristiano en esta Champions se lo metió a Wojciech Szczesny.
«En el fútbol y en la vida uno no sabe nunca lo que puede pasar», había advertido días antes el veterano defensa italiano Giorgio Chiellini. «Necesitamos una pizca de locura de todos nosotros». Pero la locura no fue solo «bianconera». También se apoderó del Real Madrid.