París
Agencia (dpa)

El Gran Palais de París abrió el fin de semana sus puertas para conocer la obra del pintor checo Franz Kupka (1871-1957), considerado uno de los primeros artistas que se sirvió de la estética del arte abstracto.

«Kupka, pionero de la abstracción» propone transitar del simbolismo al neoimpresionismo pasando por composiciones abstractas y la obra tardía en los años 50 del artista, en una gran retrospectiva que se podrá contemplar hasta el 30 de julio.

Cerca de 300 obras integran esta muestra que ilustra la evolución del pintor que estudió Bellas Artes en Praga y Viena antes de trasladarse a París en 1894 y rodearse de inmediato de la vanguardia artística.

Sus obras de arte intenso y no figurativo forman parte del modernismo y se caracterizan por rítmicas líneas ornamentales y luminosos arabescos.

La exposición ha sido organizada en colaboración con el Centre Pompidou parisino, la Galería Nacional de Praga y el museo Ateneum Art Museum en Helsinki, por lo que tras su paso por la capital francesa viajará a la capital checa y seguidamente a la finlandesa.

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