POR AGENCIAS/AP
Buenos Aires
El misterioso “Señor K” no pudo esconderse más y finalmente fue detenido en Alemania, lo que asestó el golpe definitivo a la banda que intentó traficar 389 kilos de cocaína en equipaje diplomático desde la embajada de Rusia en Buenos Aires.
El ruso Andréi Kovalchuk, el prófugo que supuestamente lideraba la “banda de las narcovalijas”, fue detenido en Hamburgo. “Con él toda la organización que operaba en Argentina y Rusia está tras las rejas”, dijo hoy la ministra de Seguridad argentina Patricia Bullrich al informar el arresto en su cuenta oficial de Twitter.
Interpol y la policía alemana estaban desde hace días tras el rastro del “Señor K”, quien finalmente resultó identificado. La ministra explicó a medios de prensa que el ruso quedará bajo custodia de la justicia de su país y eventualmente la justicia federal de Argentina podría solicitar su extradición en el marco de la investigación abierta en el país sudamericano.
Según Bullrich, la cocaína, con un valor de unos 61 millones de dólares, provendría de Colombia. “Podemos imaginar que pudo haber salido (de ese país sudamericano) con valija diplomática, es una hipótesis de investigación”, indicó.
La semana pasa la ministra anunció la casi completa desarticulación de la banda en el marco de uno de los más rocambolescos operativos que se recuerden, al anunciar la detención de dos de sus integrantes de origen ruso y nacionalizados argentinos, uno de ellos policía de la ciudad de Buenos Aires. En ese momento se informó de que el “Sr K” podía estar en Alemania.
El operativo llevó más de un año y fue determinante la colaboración del embajador ruso en Buenos Aires, Victor Koronelli, quien en diciembre de 2016 trasladó a la ministra su sospecha de que en un anexo de la embajada había droga escondida en más de una decena de maletas.
La ministra ideó entonces un plan junto al embajador y sus colaboradores, con la intervención de la justicia argentina, que consistió en la sustitución de los 389 kilos de cocaína por harina y la posterior entrega planeada en Rusia del equipaje al cual instalaron dispositivos de rastreo.
En el marco de este plan las autoridades rusas llevaron a cabo una investigación para identificar al “Sr K” y a quienes recibirían el cargamento en ese país.
Después de varios intentos frustrados de los delincuentes por trasladar las maletas que se imaginaban llenas de droga, finalmente el cargamento voló en diciembre de 2017 con conocimiento de la embajada rusa como valijas diplomáticas en un avión de seguridad ruso.
Durante la entrega vigilada en Moscú fueron detenidos dos ciudadanos rusos cuando se presentaron a retirar las maletas y un tercero, exfuncionario de la sede diplomática y contacto del “Sr K”, fue detenido en su apartamento.
