Alfonso Mata

«Ten el coraje de seguir tu corazón y tu intuición porque saben lo que quieres ser, todo lo demás es secundario», dijo el fundador de Apple, Steve Jobs. Más que una imagen, la expresión «escuchar el corazón» podría reflejar una realidad. De hecho, los estudios revelan que el corazón es capaz de premonición: sabe, y además, antes de que ocurran los eventos y antes de que siquiera lo sepas. Se recibe como información que parece surgir de la nada. La investigación científica actual, sugiere que el corazón, la fuente simbólica de las emociones humanas, tiene la capacidad de percibir esta información sobre el futuro.

Para demostrar esto, recientemente se realizó un estudio inédito para mostrar si ciertas partes del cuerpo humano, tienen la capacidad de intuir intuitivamente eventos futuros. El estudio consistió en 2340 ensayos realizados a 26 personas: 11 hombres y 15 mujeres, con una edad promedio de 45 años. A los participantes se les mostraron 30 imágenes de paisajes, objetos domésticos –durante tres segundos cada una y 15 imágenes cargadas de sexo o violentas– durante tres segundos también. Las imágenes fueron mezcladas y elegidas al azar por computadora, para que los participantes no supieran si se trataba de una imagen serena o una imagen emocionalmente cargada, que aparecería en la pantalla.
Para determinar el impacto de las imágenes en la piel, se colocaron electrodos en los dedos de la mano. Un electroencefalograma midió las reacciones cerebrales y un electrocardiograma las del corazón. La piel no mostró reacción a los estímulos visuales. Por otro lado, hubo una reacción de presentir del cerebro y el corazón que incluso reaccionó primero: la frecuencia cardíaca se desaceleró en promedio 4.75 de segundo antes de la aparición de la imagen ante los ojos. Cuanto más cargada de emoción estaba la imagen, mayor fue la magnitud de la reacción. Este estudio tiende a demostrar que si el cerebro y el corazón son ambos intuitivos, es el corazón el que responde primero.

Los investigadores concluyeron que los seres humanos en general, y las mujeres un poco más que los hombres, pueden acceder a información sobre el futuro, más allá del espacio y el tiempo. Este proceso involucra un vasto sistema que incluye el corazón, el cerebro y, presumiblemente, todo el cuerpo humano. Además, las investigaciones recientes sugieren que el corazón es más que una simple bomba que reinyecta sangre a través del cuerpo humano. Este órgano tiene un sistema nervioso considerable y tiene la capacidad de codificar y procesar información. Es por eso que puede, independientemente del cerebro, recordar, producir decisiones funcionales y también influir en las percepciones cerebrales y el proceso emocional.

En este contexto y con otras investigaciones se puede sugerir la hipótesis de que el cuerpo humano podría tener acceso continuo a un campo, en el que la información sobre el futuro está codificada holográficamente. Indican un posible puente entre la física clásica y la física cuántica utilizado por la vida.

Nuestra comprensión del universo ha cambiado drásticamente desde el trabajo de Albert Einstein y los actuales en mecánica cuántica. Estos han demostrado que la comunicación instantánea de información es posible. Este es el principio de la no localidad: cuando dos partículas se han asociado, y luego se separan, cualquier cambio en uno, causa inmediatamente un cambio en el otro, independientemente de la distancia entre ellos. Estos descubrimientos refuerzan la idea de que la transmisión de información, desafía el tiempo y el espacio. Estas leyes cuánticas parecen aplicarse a la biología: tales fenómenos son más claros en la fotosíntesis y el funcionamiento de la molécula de ADN.

¡Nuestro cuerpo conoce intuitivamente. ¡Él sabe incluso antes de que sepamos saber! Numerosos experimentos científicos demuestran que nuestra intuición se expresa sobre todo mediante movimientos espontáneos inconscientes. Los latidos del corazón que cambian su ritmo, una mano o un dedo tembloroso, un vientre anudado, son todas señales significativas en la expresión de la intuición. Pero, ¿cómo identificar estos signos y sentimientos, y especialmente cómo provocarlos y descifrarlos para poder usarlos a voluntad? Y podrá aplicarse esto en fenómenos sociales. Esto es trabajo de futuras investigaciones.

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