POR ZEKE MILLER Y ELLIOT SPAGAT/AP

El gobierno de Donald Trump anunció hoy que no renovará las protecciones que permitían a casi 200 mil salvadoreños permanecer legalmente en Estados Unidos.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, dijo que los daños causados por el terremoto del 2001 en Centroamérica no justifican otra prórroga del status. Añadió que El Salvador ha recibido cuantiosa ayuda internacional y que gran parte de la infraestructura del país ha sido reconstruida.

Con esto la Administración de Donald Trump anunció el final de la protección migratoria especial de la que se benefician actualmente 195 mil salvadoreños, lo que los obliga a obtener la residencia por otro camino o a dejar Estados Unidos antes del 9 de septiembre de 2019 si no quieren ser deportados.

Los ciudadanos de El Salvador pueden beneficiarse del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), que proporciona alivio humanitario a extranjeros cuyos países se han visto golpeados por desastres naturales o conflictos.

El Salvador es el cuarto país en perder el TPS durante la presidencia de Trump y sus ciudadanos eran por mucho el grupo de beneficiarios más grande. El gobierno suspendió el año pasado protecciones similares a ciudadanos de Haití y Nicaragua.

«La alteración sustancial de las condiciones de vida causadas por el terremoto ya no existe», dijo Nielsen en un comunicado. Fuentes de su Departamento admitieron que no se tuvo en cuenta la situación de violencia en el país centroamericano para cancelar el TPS porque este fue otorgado en su día como consecuencia de una catástrofe natural.

La cancelación es un paso más en la restrictiva política migratoria que ha adoptado Trump desde su llegada hace un año a la presidencia. El Partido Demócrata y organizaciones civiles condenaron la medida inmediatamente, otorgándole entre otros el calificativo de «cruel». Ante la Casa Blanca se convocaron protestas.

La Administración Trump ya canceló en los últimos meses el TPS que concedió a los haitianos tras el grave terremoto de 2010 (unos 46 mil) y el que dio a los nicaragüenses tras el huracán Mitch en 1998 (unos 2,500). Aún debe decidir sobre el de los hondureños.

NECESITAN UNA SOLUCIÓN PERMANENTE

Nielsen dijo la semana pasada a la AP que las extensiones a corto plazo no son la solución.

“Conseguirles una solución permanente es un plan mucho mejor que tenerlos viviendo seis meses, luego 12 meses, luego 18 meses”, dijo en una entrevista, refiriéndose a la incertidumbre de las extensiones a largo plazo del programa.

La decisión de enviar a los salvadoreños de vuelta a su país, aunque no es sorpresiva, causará conmoción en partes de Washington, Los Ángeles, Nueva York, Houston y otras zonas metropolitanas que acogen grandes comunidades de salvadoreños. Estos inmigrantes disfrutan de una protección especial desde los terremotos que golpearon el país centroamericano en 2001. Muchos han echado raíces en Estados Unidos, formando familias y abriendo negocios a lo largo de los años.

DIFICULTADES PARA ESE PAÍS

Poner fin a la protección también supondría un duro desafío para El Salvador, un país de 6,2 millones de personas con una economía dependiente de las remesas de los trabajadores en Estados Unidos. En la última década, cada vez más salvadoreños -muchos llegados como familias o menores sin acompañante- han entrado en Estados Unidos de forma ilegal a través de México, huyendo de la violencia y la pobreza.

En septiembre de 2016, el gobierno de Obama amplió 18 meses las protecciones señalando que El Salvador aún sufría los efectos de los sismos de 2001 que mataron a más de mil personas, y que el país no podría absorber el regreso de tanta gente.

El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, tuvo una larga conversación telefónica con Nielsen el viernes para renovar su petición de que se extienda el programa para dar más tiempo al Congreso a conseguir una solución permanente para los 190 mil salvadoreños que han obtenido protección para seguir en el país.

REFORMA MIGRATORIA

La fecha límite coincide con un momento de creciente diálogo entre la Casa Blanca y el Congreso sobre una reforma migratoria que podría incluir protecciones para cientos de miles de jóvenes inmigrantes que llegaron al país cuando eran menores, y que recibieron una protección temporal por un programa de la era Obama. Trump dijo en septiembre que pondría fin al plan de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), pero dio al Congreso hasta marzo para tomar medidas.

Estaba previsto que el presidente, Donald Trump, recibiera esta semana a un grupo bipartidista de senadores para intentar buscar un acuerdo.

¿QUÉ ES EL TPS?

Estados Unidos creó el TPS en 1990 para ofrecer refugio a gente de países afectados por terremotos, inundaciones, huracanes, guerras y otros desastres. Ahora ampara a casi 320 mil personas de 10 países. Hay casi 440 mil beneficiarios de esos 10 países, incluidos de 263 mil de El Salvador, pero muchos de ellos han legalizado su situación por otras vías.

El secretario de Seguridad Nacional puede renovar esa protección, que incluye permiso de trabajo, por hasta 18 meses cada vez. Las voces críticas dicen que ha resultado no ser temporal en absoluto, ya que muchos beneficiarios siguen en el país años después de su solicitud inicial.

La predecesora de Nielsen, la secretaria en funciones Elaine Duke, puso fin en noviembre a las protecciones para los haitianos, lo que requiere a unas 50 mil personas que se marchen o resuelvan su situación legal para el 22 de julio de 2019, y para los nicaragüenses, lo que dio a unas 2,500 personas hasta el 5 de enero de 2019. Aplazó una decisión que afectaba a más de 50 mil hondureños, lo que dejó la decisión a Nielsen.

El gobierno de Trump amplió el año pasado la protección para los Sudán del Sur y la retiró para Sudán del Norte. Otros países cubiertos son Nepal, Somalia, Siria y Yemen.

CERCA DE 20 AÑOS EN EE. UU.

El Gobierno norteamericano volvió hoy a insistir en el carácter temporal de estas protecciones y en que solo el Congreso está autorizado por ley a dar soluciones definitivas en lo que a temas migratorios se refiere.

El paso dado hoy supone un gran golpe para la comunidad salvadoreña. Muchos salvadoreños acogidos al TPS llevan en Estados Unidos cerca de 20 años. Han hecho sus vidas en el país, comprado viviendas y formado familias. Según estudios publicados recientemente, son padres de unos 190 mil niños nacidos en Estados Unidos y que por ello tienen nacionalidad estadounidense.

La medida impactará también en la economía del país con la pérdida de un importante número de trabajadores, según aseguran diversas organizaciones, entre ellas la Cámara de Comercio.

«Donald Trump está destruyendo a más familias trabajadoras y poniendo en riesgo sus vidas, mientras que amenaza nuestra economía y les da la espalda a los valores que han hecho grande a nuestra nación», manifestó hoy el Partido Demócrata.

El ministro de Exteriores salvadoreño, Hugo Martínez, pidió en varias ocasiones una renovación del TPS a la Administración Trump, la última en diciembre. A lo largo de semanas ha habido una movilización de políticos, legisladores, líderes religiosos y organizaciones civiles, entre otros, para intentar persuadir al Gobierno de Trump de que no cancelara esta protección migratoria especial.


El Salvador agradece a EE. UU .la prórroga por 18 meses del TPS

Al mediodía de hoy, el gobierno de El Salvador, a través del canciller Hugo Martínez, agradeció la prórroga por 18 meses del programa migratorio llamado Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), que beneficia a casi 200 mil personas y que concluirá definitivamente en septiembre de 2019.

Artículo anteriorLas dos Coreas vuelven a hablar, por primera vez en dos años
Artículo siguienteAccionan por traslado de Embajada de Guatemala a Jerusalén