Por Jonathan Salazar

El pasado martes por la tarde me reuní con Rodolfo Espinosa, la cita era en el Café León de la 12 calle, llegué 10 minutos antes al lugar y me sorprendí al verlo en la entrada armado ya con una cajetilla de cigarrillos. Transcribo a continuación un fragmento de nuestra conversación…

¿Vos creés que se hace buen cine en Guatemala?
Yo pienso que no, y pienso que es el orden natural de las cosas, tal vez las películas se han hecho bien pero no hemos tocado la cicatriz en el público. Siento que no hemos llegado a esos momentos donde les ponemos la piel china, les erizamos la piel y en muchos niveles, narrativos, en actuación, en acción.

El problema no creo que sea lo técnico ni lo profesional, si no es que el cine no se entiende bien con su público, es el eslabón perdido que tenemos con ellos, entonces por eso yo digo que las películas guatemaltecas no están en el punto de decir que están buenas.

Cuántos años llevás haciendo cine?
Yo llevo catorce años, lo que quería en un principio era escribir guiones, me interesaban las películas, escribirlas y que alguien las tomara y las hiciera. Empecé a comunicarme con una amiga que se dedicaba a hacer audiovisuales en Nueva York y con ella empecé a querer hacer lo que yo escribía, cosas sencillas, cortometrajes. Mi primer cortometraje “oficial” lo hice en el año 2000 con estudiantes de la ENAD, yo estudiaba allí historia del arte en la San Carlos y entonces allí encontré a los actores en su mayoría, dispuestos, eran un montón de actores, todos querían actuar, hasta casting hice, mucha gente se quedó sin actuar, un cortometraje que nadie ha visto va vos, ahí lo tengo guardado, no estoy muy orgulloso de eso. Y el primer cortometraje que me gustó fue accidental, fue porque queríamos meternos al festival Ícaro les dije a unos cuates “Tratemos de hacer algo, voy a escribir algo hoy en la noche.” Jajajajajaja (Le brota la risa)

No ganamos nada pero sacamos muchas risas, vimos a la gente matarse de la risa y nosotros nos lo disfrutamos, nos gustó ver el producto, ahí nos emocionamos, se llama Evolución Gupi. Al final todos los que participamos lo vemos con mucho cariño, en su momento lo odiábamos, aprendimos y pasamos al siguiente nivel.

¿Además de dirigir y escribir guiones, también producís y actúas en tus películas, como esta multifuncionalidad no interfiere ente sí?
-De entrada tengo que ir en orden, primero escribo, mientras estoy escribiendo empiezo a pasar a la fase de director, esa transición quizá no es muy complicada, es sabrosa esa interacción con los actores y en medio está la producción que interfiere con las dos porque sabés que no podés darle rienda suelta a tu imaginación o hacer todo eso que querías. Tenés que bajarle un poco de nivel a la historia, no tenés el pisto, no tenés el tiempo. Empiezo a ver los horarios de mis actores, planear los ensayos y si no sacás esos ensayos pienso que no tenés… sabés que no vas a poder conseguir esos 300 extras que querías.-
-¿De qué se trata esa película que estás haciendo (Otros cuatro litros)?-

Tres amigos viajan al lago para tirar las cenizas de su amigo “Chacha”, quien pidió como último deseo que lo tiraran al lago y que se tomaran los últimos cuatro litros como lo hacían antes y… es eso…va jajaja de eso se trata.

¿Ya tenés algo pensado para después de “Otros cuatro litros”?
Siempre. Tengo varios, tengo que ver cómo voy a estar al finalizar este para saber a cuál entrarle.

¿Creés que el consumo de mariguana puede ayudar a la gente a ser más creativa, estás a favor de la legalización?
Sí estoy a favor de la legalización pero con la otra pregunta… eh… hay gente que si lo puede hacer y hay gente que no lo puede hacer, así de sencillo. Hay gente que vos le sentís la capacidad de que puede fumar y se enfoca en lo que está haciendo, hay otros que se quedan dormidos.

¿Qué cineastas de aquí te inspiran?
Todos. Todos los cineastas de aquí de Guatemala me inspiran, todos tienen algo que yo les quiero tomar. Aprender, hasta las cosas malas, les admiro las cosas malas que hacen.

Quiénes son los imprescindibles
(Se toma unos segundos y suspira) Ahh… bueno mira pues, hay que ver a Mario Enríquez de Chimaltenango porque él toma muy buenos conceptos, tiene ideas que son muy poderosas. Incluyendo también al chavo de Chimaltenango que hizo El Profe Omar. Elías Jiménez de Casa Comal, Mendel Samayoa y Julio Hernández que hace cine bien raro, muy de autor como dice él… de ahí cualquier otra que sea de festival.

¿Qué hay de cierto y qué hay de broma en que sos esquizofrénico y bipolar?
Lo que pasa es que hubo una mala interpretación sobre lo que es ser esquizoide, yo soy esquizoide, no esquizofrénico. Esquizoide es una condición social, no es química sicótica. Mi condición social es muy aislada, tengo un umbral de acompañamiento muy limitado hasta cierto punto mi cuerpo se siente incómodo por la compañía, o se sentía, tiene que ver mucho con la etapa en que se me diagnosticó a mí esquizoide que era cuando yo era adolescente ahora que soy o que me ubiqué un poquito más en el mundo, dedicarme a hacer películas me ha ayudado a poder compartir con la gente, disfrutar de lo que la gente hace y dice y si sigo siendo esquizoide es eso lo que me permite estudiar a las personas pero no tiene que ver con ser esquizofrénico.

¿Y la bipolaridad?
Fíjate que creo que tiene más que ver con cómo aprendí a escribir, a mí me forzaron a escribir con la derecha y yo naturalmente era zurdo, al forzarte ese uso del pulgar contrario al que estás acostumbrado te comienza a separar polaridades de comportamiento, porque no entendés muchas cosas cuando te está sucediendo de niño, hay un umbral que tenés vos como niño.

¿Cómo ha influenciado el tema de la paternidad en tu forma de ver o hacer cine?
Uffa, puede sonar como muy cruel lo que digo, pero yo siento que no he cambiado, ella entro a mi vida de manera muy fluida, me ayudo incluso a sacar Pol.

Pol es el título de la última película de Rodolfo Espinosa, la cual está actualmente en constantes presentaciones. Más información al respecto…

http://www.pol-lapelicula.com/la-pelicula/

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