Jonathan Salazar
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Eduardo Juárez explica el origen de su último proyecto La Retaguardia y sus boletos al +aká.
¿Por qué el nombre La retaguardia?
Esto surge a partir de un concepto que creó David Marín, aquel me mandó un guion de un cuento mío, tomó unas fotos y lo denominamos la “powernovela”, ya que usábamos power point con una serie de fotos y la lectura de textos, luego yo sugerí que le pusiéramos La Retaguardia Productions.
Pero este concepto de La Retaguardia también se justifica con un texto que hizo Juan Juárez, ¿Ustedes tienen algún parentesco?
Es mi hermano. Eso surgió de una clase de historia del arte, allí tocaron el tema de las vanguardias, entonces yo dije bueno aquí en Guatemala pues si hubo vanguardia, pero en este momento no conozco a ninguno de la vanguardia, tiene que haber una retaguardia, a puro huevo, entonces soy yo. Estuve hablando con cuates que me dijeron que era una buena idea que había que hacer algo, pero se quedó enterrada la idea, hasta que tres años después con Marín hablamos, empezamos a gestionar y conseguimos el patrocinio de CREA.
Usamos tecnología bien baja, esta vez con otro cuate, (Pablo Pérez), lo hicimos aún más crudo, con fotos de la calle y con la combinación de una letra dura, así dura de ¡agghh!, el primer concepto que tomamos fue el de folletos de turismo, fuimos a Escuintla y tomamos fotos de puteros y bolos, hicimos un mapa imaginario donde colocamos en el centro “Cabaret La Retaguardia” y todas las mierdas que hablan en las novelas, personajes, chingaderas de los cuates y muladas con nombres como “nalgas de acero”, cosas graciosas porque en realidad son puras locuras, hicimos un panfleto con un folleto del Inguat, le quitamos la información y le pusimos nuestra información con fotografías bastante ilustrativas como un zapato de tacón alto, quebrado en la banqueta, abandonado como si la chava hubiera salido corriendo, lamentablemente dejamos de trabajar con Pablo porque él agarró furia.
¿Qué hay en La retaguardia?
Cosas técnicamente muy primitivas que cualquiera podría decir: Eso lo puedo hacer mejor yo, los textos son muy chapines, de las calles, hay uno que se lleva a cabo en la Roosevelt durante la hora pico, trata de un chavo que murió allí y allí vive, entonces se acompañan con vídeos, que son solo las tomas del tráfico con la narrativa de él, contando cómo llego allí con efectos de cámara bastante sencillos.
¿La música de La Retaguardia de dónde sale?
Son bandas que me gustan, he trabajado con músicos en vivo, pero no tengo carro y ellos tampoco entonces, sale mejor llevar las pistas y ahorrarnos ese problema. Estoy hablando de Sonic Youth, The Butthole Surfers, piezas musicales de Cypress Hill, Radiohead y Thom Yorke
¿Cómo hiciste para que tu propuesta que es bastante cruda fuera aceptada en estos centros culturales?
No es algo malcriado, es simplemente duro, en esta presentación no hay malas palabras, son alegorías a la ciudad, la ciudad lo mata a uno, yo a veces me siento muerto en vida, ese es el pleito que yo tengo, por eso le hago huevos al arte para no sentirme que estoy muerto en vida.
Esa temática la agarramos por ser el 1 de noviembre, existe esa dualidad, aquí hay más muertos que vivos mano, siempre está la posibilidad de que ya no regresés, la paranoia de que te asalten, la explotación de las empresas, el ruido, la contaminación espiritual, entonces en realidad hay momentos en que como si se le cae el maquillaje a la ciudad y uno dice ¡Ala gran puta qué mierda!
“…la ciudad lo mata a uno, yo a veces me siento muerto en vida, ese es el pleito que yo tengo, por eso le hago huevos al arte para no sentirme que estoy muerto en vida.”
Obras publicadas…
Mariposas del vértigo (2005)
Serenatas al hastío (2007)
Sin Casaca, antología de CCE (2007)
Retrato de borracho con país 2008
Exposición de Atrocidades (2010)
Ni bella ni maldita, antología de Alfaguara (2011)
El Futuro empezó ayer, antología de la UNESCO (2011)
Mariposas del vértigo y de Retrato de borracho con país, Segunda edición (2012)
La retaguardia (2013)