Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Jimmy Morales sigue siendo presidente por varios factores que lo sostienen y uno de ellos es que su vicepresidente genera más temores que el mismo Morales, aunque según filtraron una vez a Contrapoder, Jafeth Cabrera tiene su propio Fantasma en el closet según lo declarado en Estados Unidos.
Morales está desesperado y así deben entenderse los últimos eventos. Alguien me dijo esta semana, “no cesan en su deseo de sacar a Iván Velásquez” y lleva buenos meses así; terminó consolándose y fraguando con muchos otros que están igual por la preocupación que genera cualquier investigación en algún caso de corrupción y así es como llegamos a la declaratoria de non grato y lo que ha venido ocurriendo desde ese momento.
La ciudadanía demanda cambios que permitan avisar que esto no es un juego, pero la clase política y sus socios se resisten a modificaciones de fondo porque eso significa poner en riesgo su sistema. Además de la depuración, lo primero que se pide es que cambien las reglas con las que nos desean llevar a elecciones dentro de dos años para no repetir la dosis del 2015 cuando los que hoy arropan a Morales maniobraron para asegurar las elecciones y convertir la transición en un mecanismo de continuidad.
Ahora le apuestan al gatopardismo y aquella famosa frase del personaje Tancredi de la novela Gatopardo: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. “¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado”. “…una de esas batallas que se libran para que todo siga como está”. (Wikipedia para que no haya pierde).
Y lo traigo a colación porque en lugar de aprovechar la ventana de oportunidad que el Gobierno de los Estados Unidos, a través del Embajador, le está abriendo a Morales y sus aliados que no desean cambios para que entiendan la necesidad de cambio, se están empecinando en seguir haciendo lo mismo para asegurar continuidad.
Pidieron diálogo y el Foro Guatemala dijo presente, pero en poco tiempo se resquebrajó todo con la salida de algunas organizaciones que temieron el gatopardismo. Luego, mostraron sus cartas de apoyo en el ENADE cuando, ante la notoria inasistencia de Thelma Aldana e Iván Velásquez, arroparon a Morales.
Ahora ven en el Centro Económico y Social de Guatemala (CES), del que forma parte Joviel Acevedo, el foro ideal en el que se puede convocar al diálogo y la petición de Morales se hizo durante la asamblea del Centro que pretendía poner sobre la mesa puntos para la reactivación económica, aunque nunca pueda darse en las condiciones y reglas actuales porque no hay transparencia suficiente para atraer más inversión local y extranjera.
Luis Arreaga ha hecho grandes esfuerzos para que salgamos de la crisis sin mayores sobresaltos, pero será cuestión de tiempo para que se dé cuenta que los que están decididos a que nada cambie harán todo lo que sea necesario y eso es lo que nos presenta un grave problema para el futuro del país, especialmente para la economía, y lo que nos plantea la necesidad de que los que deseamos cambios de fondo (empezando por el electoral), encontremos agendas mínimas para poder tener un futuro diferente.
