Buenos Aires
Agencia (dpa)
La muestra «Les Visitants» llevará la colección de la Fundación Cartier de París a la ciudad de Buenos Aires a partir del próximo viernes bajo la mirada personal de Guillermo Kuitca, considerado uno de los artistas plásticos contemporáneos argentinos más reconocidos.
«Es la más hermosa exposición de nuestra fundación», destacó hoy el director de la Fundación Cartier, Hervé Chandés, al presentar la exhibición en el Centro Cultural Kirchner (CCK) de la capital argentina.
Chandés consideró «excepcional» que la colección revisitada por Kuitca llegue a Buenos Aires, «una ciudad cultural». «No hay regalo mayor que un artista como Kuitca visite nuestra colección de esta manera», aseguró.
La colección de la Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo consta de mil 500 obras de más de 400 artistas de todo el mundo, de las cuales 500 fueron seleccionadas por Kuitca para «Les Visitants».
La muestra exhibirá fotografías, instalaciones, proyecciones y obras de 23 artistas internacionales, entre ellos David Lynch, Agnes Varda, Patti Smith, Wolfgang Tillmans y Nobuyoshi Araki. «Son muchas muestras monográficas dentro de un gran paraguas que es ‘Les Visitants'», precisó Kuitca. Las obras abarcan un arco temporal desde los años 50 hasta la actualidad.
El corazón de la exposición es el proyecto «Living Room» de Kuitca, Lynch y Smith, un espacio pictórico rojo con ambiente teatral basado en un dibujo del realizador de cine y sumergido en un audio grabado por Smith.
El artista argentino ya había curado la muestra «Les Habitants» en la fundación para su 30 aniversario, en 2014.
«No me considero un curador en el sentido tradicional. Mi acercamiento a esta colección que se abrió generosamente a mi mirada fue muy intuitiva. Me acerqué a las obras desde lo que las obras me pedían o hablaban», aseguró Kuitca.
El artista afirmó que «no hubo grandes secretos». «No partí desde una investigación sino de marchas y contramarchas, no muy distinto a mi trabajo en el taller plagado de incertidumbres y algunos hallazgos», agregó. «Para elegir recorrí los archivos de mi memoria y los archivos digitales de la fundación», precisó.
«Mi interés es desaparecer una vez que la obra está plantada. Pensé en las mejores condiciones para mostrar la obra y el mejor ángulo, no distorsionarla. Se logró una buena circunstancia», evaluó el artista.