POR MANUEL RODRÍGUEZ
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Refiriéndose a la llamada crisis migratoria que se desencadenó a raíz del ingreso de menores de edad guatemaltecos no acompañados a Estados Unidos, organismos internacionales y de derechos humanos coincidieron en que este fenómeno tiene una dimensión regional que involucra también a los países del Norte y por lo tanto se les debe buscar una salida basada en el principio de una responsabilidad compartida.
Para Alberto Brunori, representante de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Guatemala, el abordaje de la migración hacia EE.UU. debe propiciarse desde una perspectiva de responsabilidad compartida, integración y coordinación, para articular de mejor manera los esfuerzos entre los países de origen, tránsito y destino y darle una solución duradera al problema migratorio.
Brunori expresó su preocupación ante la reciente decisión del estado de Texas, EE.UU., de asignar un mayor número de agentes estatales a la frontera sur con México, como un intento de frenar la migración ilegal en lugar de salvaguardar la vida de las personas que llegan a esa nación en busca de mejores condiciones de vida.
Por su parte, el Procurador de los Derechos Humanos, Jorge de León Duque, criticó los resultados de la reunión que mantuvo la semana pasada Barack Obama con los presidentes de Guatemala, Honduras y El Salvador, en la que abordaron la reciente crisis causada por la llegada masiva a la frontera de EE.UU. de menores indocumentados sin acompañar procedentes de Centroamérica.
“No se trata de ir a pedir millones de dólares sino de acciones serias para reducir la migración. Este es un problema eminentemente humano y mientras en Guatemala las personas sigan en condiciones de pobreza y no haya acceso a la salud, educación y vivienda, cualquier esfuerzo y acercamiento será en vano y seguiremos viendo cómo la vida de los guatemaltecos corre peligro”, argumentó el Ombudsman.
Finalmente, Juan Luis Carbajal, de la Pastoral de Movilidad Humana, exigió la creación de mecanismos de protección para migrantes centroamericanos en su paso por Guatemala, así como un diagnóstico o censo “certero” que devele cuál es la situación de las familias en el interior de la república y que están obligando a estas, a salir del país por la falta de oportunidades.
El religioso agregó: “Existe desconocimiento de las condiciones en las que están viviendo las personas pobres y se necesita contar con esta información para poder implementar acciones concretas a favor del desarrollo y que realmente beneficien a esta población”.
Los entrevistados asistieron a un foro público organizado por la OACNUDH.