Washington
Agencia dpa
«Necesitamos una reforma estructural profunda de la OEA», dijo Stein en un evento en Washington, organizado por el Wilson Center, el mismo centro en el que a finales de septiembre el otro candidato al puesto, el ministro de Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, defendió su candidatura.
Stein consideró que para reformarse la OEA necesita plantearse cuatro preguntas: «¿Cómo llegamos hasta aquí?, ¿Cuál es la verdadera dimensión y complejidad de este desmadre?, ¿Cómo salimos de este agujero? y ¿Quién es responsable de qué?».
El vicepresidente guatemalteco señaló que «todos sabemos el diagnóstico»: hay una crisis financiera grave en la organización y demasiados mandatos, explicó.
«No se trata de continuar el desmadre y mantenerlo de manera ordenada», dijo Stein, quién se mostró convencido de que «el nuevo secretario general no podrá hacer milagros» si no cuenta con el apoyo total de los estados miembros.
Stein reconoció que uno de los problemas que hay a la hora de corregir «el desmadre» de la OEA, es la excesiva polarización ideológica del continente.
«La OEA debe ser el catalizador de cambios que promuevan el desarrollo de nuestros pueblos y no la aduana de las ideologías regionales», dijo Stein, quien consideró que «la voluntad política de sus estados miembros y sus aportes proporcionales al número de mandatos asignados a la organización marcarán su futuro». El exvicepresidente guatemalteco añadió que «la OEA no debe ser un palenque donde se pelean los gallos». Y apostó por un organismo «no excluyente porque necesitamos a todos en la mesa».
El candidato guatemalteco advirtió que «la OEA va a una muerte segura si se constituye solamente en una plataforma de peleas ideológicas».
Stein consideró que los estados miembros deberían «buscar los ámbitos en donde esas disputas ideológicas pueden airearse sin necesidad de perjudicar una organización que debe existir para lo contrario: lograr acuerdos en torno a objetivos comunes que nos unen como región».
Stein abogó porque la OEA realice «un programa agresivo para mostrar lo relevante que es su trabajo». Y se mostró a favor de avanzar en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, pues consideró que ponerle límites, como desean algunos, sería «desastroso».
El candidato guatemalteco también apostó por una revisión de las cuotas que pagan los estados miembros para que no haya tantos desequilibrios.
Stein y Almagro son, de momento, los dos únicos candidatos oficiales para sustituir al chileno José Miguel Insulza como secretario General de la OEA. Insulza dejará en mayo del próximo año el puesto. El político chileno fue elegido secretario general de la OEA en mayo de 2005 y reelegido en marzo de 2012.
El juez peruano Diego García Sayán decidió a principios de octubre retirar su candidatura por falta de apoyo del gobierno peruano.
La elección del nuevo secretario general de la OEA tendrá lugar en el primer trimestre de 2015. Y todavía podría presentarse un tercer candidato al puesto. En caso de que se presentara una mujer y ésta saliera elegida, Stein se mostró convencido de que la OEA está preparada para tener una secretaria general.
La candidatura de Stein cuenta con el apoyo de los países centroamericanos, mientras que la de Almagro cuenta con el apoyo de los países del ALBA.
Preguntado sobre si podría hacer inclinar la balanza a su favor el hecho de que a lo largo de la historia de la OEA sólo haya habido un secretario general centroamericano, Stein cree que la nacionalidad del candidato no debería ser un elemento de peso a la hora de decidir quién es la persona más adecuada para el puesto.
«No creo que debiera ser un elemento de comparación a quien le toca por región esta vez, sino quién creen que puede estar a la altura de los desafíos que se han planteado, no importa su nacionalidad porque tendrá, por necesidad, que ser el Secretario General de una organización hemisférica para servir a los intereses de todos», dijo Stein.