La Habana
agencia/dpa
Los moteles que alquilan habitaciones por horas vuelven a abrir en Cuba, después de décadas de cierre, con el objetivo de «diversificar las opciones para el amor», publicaron hoy medios locales.
En Cuba hubo decenas de posadas, como se conocía a los moteles, pero en la década de 1990 los últimos cerraron cuando fueron entregados a ciudadanos que habían perdido sus casas por los huracanes.
Debido a la escasez de vivienda es habitual que varias generaciones de familias convivan en la misma casa, incluso algunas parejas después de divorciadas comparten el mismo techo.
La demanda de privacidad la aprovecharon los particulares que por cinco dólares alquilaban habitaciones durante tres horas para los encuentros amorosos.
«Una alta cifra para el cubano promedio», señaló el semanario Trabajadores. En Cuba, el salario promedio es el equivalente a unos 30 dólares mensuales.
Los que no podían pagar esa cifra tenían que recurrir a «parques, escaleras oscuras, la playa e incluso el Malecón», escribió Trabajadores.
«Queremos revivir este servicio que está en alta demanda, tiene un gran impacto social y sin duda es muy rentable», afirmó Alfonso Muñoz Chang, director de la Empresa Provincial de Alojamiento de La Habana.
Ahora, el Estado cubano quiere de nuevo dar facilidades al amor y el proyecto se iniciará con el motel «Vento», un edificio de dos plantas con 16 habitaciones con baños. Después, la oferta se ampliará a los moteles «La Monumental», «Edén Arriba», «Edén Abajo» y el hotel «Ocho Vías».
«Pensar en cómo diversificar las opciones para el amor no es infundado», escribió el semanario Trabajadores. «Es una realidad que preocupa a todos y no puede convertirse en un lujo».